Ayer se desarrolló en Madrid una gran iniciativa cultural: la Noche de los Teatros. Fue una celebración del teatro, con más de 100 espectáculos gratuitos en 45 teatros, además de actividades en la calle y centros culturales. Nosotros (y MUCHA gente) asistimos a las que se llevaron a cabo en la plaza de Chueca, en el céntrico barrio gay de Madrid. Vimos 3 espectáculos de danza moderna, en un espectáculo llamado Danza en la calle. Un espectáculo sin puertas.La primera actuación fue la de Lola Jiménez y su pieza La muerte del cisne. No sé si soy inculto, la pieza era demasiado moderna, era de un gusto border-line, o de todo un poco. En la pieza, la actriz se dedicaba, con el sonido de perros ladrando de fondo, a bailar con una máscara de leon, y a ordenar una bolsa de zapatos.
La segunda actuación fue la de Ricardo Santana y Óscar Lozano con su pieza Easy Listening. Aquí la danza empezaba a apreciarse, y la trama era el supuesto amor entre los dos personajes, con dos actos diferenciados. A mi me moló esta parte, con unos bailarines de movimientos poco convencionales.
Santara y Lozano en acción
Por último tuvimos a La Cabra-Valeria Alonso con su pieza Osario. Antes de empezar a bailar, las dos componentes del grupo empezaron a esparcir abono (estiércol, mierda, o como lo queráis llamar) por una de las esquinas del improvisado escenario (que era el suelo de la plaza de Chueca). Después empezaron la actuacion, que estaba muy influenciada con ritmos y danzas africanos, y con movimientos parecidos a los de los animales de la sabana. Pero lo mejor estaba por llegar, cuando una de ellas se empezó a regocijar en el compuesto orgánico de la esquina, lo que atrayó a la otra bailarina, y en un movimiento sincronizado empezaron a mezclarse con la mierda. Puro arte señores.
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Tras todas estas demostraciones del arte moderno (?) nos fuimos a tomar un kebab al puesto de kebabs de enfrente de donde vivía mi hermano (kebab world?). Yo cambié a un falafel, Guille un kebab sin cebolla, y Cheve un kebab mixto. Las chicas (Esther y Mar) nos abandonaron y no disfrutaron de las delicias turcas. La verdad es que me lo pasé bien, y el kebab me hizo sentir todopoderoso. Un saludo a todos!
