Friday, July 08, 2011

Semanita en Madrid


Aquí estoy, en el aeropuerto de Boston, esperando en la terminal internacional el vuelo de Iberia de vuelta a Madrid. De momento me vuelvo por una semana por temas de papeleos con la embajada y espero que no se alargue demasiado. De todas formas, siempre hace ilusión volver a España

Fin de semana en Washington DC


Tras pasar unos buenos días de formación en las oficinas de everis en Reston, decidí ir hacia DC para pasar el fin de semana. Hacía 5 años que no veía a muchos amigos y siempre hace ilusión reconectar con la gente. Bajamos en coche con otra gente de everis Jaime y yo y nos dejaron en Washington Circle, en casa de Brendan. Ahí estaba el buen Brendan, con la misma cara de siempre, con el pelo más corto y menos rizado. Me quedé a dormir en su sofá los dos días, y aunque es de los más incomodo, me salió bien barato :). El viernes salimos de su casa, le dimos un paseo a su nuevo perrito, llegamos hasta la M donde empieza Georgetown, y vuelta a su casa. John estaba en su azotea echándose la siesta, y como íbamos a su casa y no queríamos molestar paramos de camino en el Lima a tomar algo. John se ha mudado a un pisito muy mono (y muy pequeño) en Chinatown, en un condo con buenísimas vistas y con una terraza que tiene un par de piscinas y barbacoas. Nos tomamos una botellita de whisky con comida india y pasamos una buena velada. Para la noche nos fuimos al Eden. Una pena que Brendan estaba cansado, me daba palo tenerlo ahí medio durmiendose de pie, así que pasé a saludar a unos amigos, me encontré con gente por casualidad y a casa a dormir.


El sábado fue un día de mucho andar. Los que hayáis estado en DC sabéis de lo que hablo. Las avenidas son gigantes, los edificios no muy grandes y como se ve todo a la distancia parece que todo está a tiro de piedra. Pero no, todo está lejos, hacía un calor súper húmedo y acabamos el día matados :). Empecé solo, porque Jaime se estaba cambiando de hotel, y me paseé por la George Washington University. Han hecho un par de edificios nuevos pero el espíritu sigue ahí. Desde ahí pasé hacia la zona del FMI y el Banco Mundial, pasé por delante de la Casa Blanca y subí a la torre de la Antigua Casa de Correos, desde donde se tiene una vista panorámica de todo DC. Estando por ahí me llamó Jaime. Le fui a buscar a su nuevo hotel, dejamos todo y volvimos a andar. Pasamos por la Casa Blanca otra vez y nos dirijimos al principio del Mall en su extremo oeste. Ahí visitamos la estatua de Einstein delante de la Academia de Ciencias, los memoriales de las guerras de Vietnam y Corea y el memorial a Lincoln. Seguimos andando hacia el memorial de la Segunda Guerra Mundial y vimos el Washington Monument desde abajo. Subimos hacia la Casa Blanca, la vimos desde la parte de atrás y ya medio muertos pillamos un taxi hacia Georgetown.


Fuimos a comer a Los Huates, un restaurante mexicano donde nos estaban esperando Brendan, John, unas cervezas fresquitas y unas decentes fajitas de ternera y gambas. La parada duró lo justo para cargar las pilas y pateamos Georgetown hasta el Waterfront y cruzamos hasta el Watergate. Ahí pillamos otro taxi y al Museo del Aire y el Espacio. Ya me conocéis y los temas de los aviones me encantan. En este museo tenéis todas las cápsulas de los programas Gemini y Apollo con las que se llegó a la Luna, los primeros aviones con los que se cruzó los EEUU y el Atlántico, y sobre todo, el avión con el que los hermanos Wright realizaron el primer vuelo tripulado en un aparato controlado y más pesado que el aire. IMPRESIONANTE! De ahí salimos andando hacia el Capitolio y a Union Station. Me volví hacia casa de Brendan ya que habíamos quedado con unos amigos suyos para cenar. Tras la cena Brendan se quedó en casa y yo salí con David por Adams Morgan y Dupont Circle para recordar viejos tiempos.


Ya el domingo sólo teníamos la mitad del día, por lo que nos bajamos andando a los Archivos Nacionales donde se guarda la Declaración de Independencia, la Constitución y la Carta de Derechos de los Estados Unidos. Salimos una vez más al Mall y visitamos el Jardín de esculturas de la Galería Nacional de Arte, donde nos relajamos a la sombra en una fuente. Empezamos a caminar hacia el hotel de Jaime, paramos una vez más en la Antigua Casa de Correos para contemplar la vista, comimos algo y de vuelta al aeropuerto.


Nota: Para ir de DC a Dulles no es fácil si no te quieres gastar demasiado dinero. Pillamos el metro hasta West Falls Church y de ahí el autobús Flyer hasta Dulles. Demasiado complicado, demasiado tiempo perdido y al final te sale por 12$.

Vuelta a Washington DC (everis)



5 años más tarde volví a DC :). everis empezó el año pasado su aventura estadounidense y en un principio ha abierto oficinas tanto en Washington DC como en Boston. Los gerentes decidieron hacer unas jornadas de formación en DC durante el jueves y el viernes pasado y unos cuantos aprovechamos para quedarnos allí el fin de semana.

Las oficinas de everis en DC están en la ciudad de Reston (Virginia). Está muy cerca del aeropuerto de Dulles y alberga gran cantidad de empresa tecnológicas, como Oracle, Accenture o Google. Nos alojamos en el Sheraton de Reston y a la oficina se puede llegar fácilmente con un shuttle que conecta el hotel con el centro de la ciudad. El hotel en sí no es muy bueno (habitaciones pequeñas para el estándar estadounidense, baños viejos, pocos servicios...) pero tampoco pasamos mucho tiempo ahí.

¿Y qué hicimos durante los dos días? Muchas actividades juntos y mucho de conocernos entre todos, porque vinieron los compañeros de las oficinas de Puerto Rico, de Alabama, más los de DC y nosotros de Boston. Me gustó que el CEO de la compañía, Benito Vázquez, se tomase la molestia de venir a estas jornadas.

Ibiza


La semana pasada pasé un fin de semana express en Ibiza. Alán se nos casa en Septiembre, y para ver si conseguíamos que cambiase de opinión nos fuimos a Ibiza.

Nunca había estado yo en Ibiza. Parece mentira, a mis 26 años. La ida y la vuelta no fueron fáciles. Para ir paré en Frankfurt, y una vez allí tuve que pillar un vuelo que según la información de los paneles informativos iba con 5 horas de retraso (retraso inexistente y que no era más que un error informático... Me dejo muy mosca eso).

Pues el plan era nada más llegar pillarme un taxi en el aeropuerto y salir pitando hacia el puerto deportivo de Ibiza donde le daría una sorpresa a Alán antes de montarnos en un catamarán de fiesta. El catamarán ahí estaba y Alán, aunque la sorpresa no fue tal porque la noche antes se les había escapado :/. Pero el catamarán prometía y lo dimos todo. Un DJ, barra libre de cerveza y sangría, muchas chicas guapas, sol, motos de agua... ¡¿Qué más podemos pedir?!

Ya de vuelta al puerto nos fuimos hacia los apartamentos que habíamos alquilado. Los Apartahoteles Regina, en la Platja d'en Bossa, estaban bien para lo que pagamos, aunque cualquiera se mete ahí otra vez. Nos metimos uno más de lo que debíamos, y aún metiéndonos dos menos hubiésemos tenido problemas de espacio. Pero el sitio estaba bien situado, cerca de todo (creo que en Ibiza todo está cerca de todo) y casi sacando la mano por la ventana nos podíamos pedir una copa en el Bora Bora. Pasamos bastantes horas en la playa d'en Bossa, y aunque no es la mejor del mundo, tiene mucha marcha y mucha chica guapa.

Los temas importantes de salir fueron el jueves y el viernes. El jueves salimos a Pacha Ibiza, donde estaba pinchando David Guetta y una de sus fiestas "Fuck me I'm famous". La entrada se nos subió a 70€ pero no siempre está el Guetta pinchando para nosotros toda la noche. El sitio estaba petado, quizá demasiada gente, y os podéis imaginar el cuerpo que tenía yo ya habiendo volado todo el día anterior y después del farrón en el barco. Creo que me quedé más de una vez dormido de pie en el garito jaja.

La otra fiesta a la que fuimos fue la del Supermartxe en el Privilege. Creo que me gustó menos que la de Pachá, sobre todo porque tenía un performance sexual que daba un poco de cosa. La discoteca es impresionante, con capacidad para miles de personas, con un río que pasa por en medio... De ahí salimos a las 7, ya de día, contratamos un taxi pirata, y a dormir. Fue una noche rara pero divertida por estar con mis amigos.

La vuelta fue aún más odisea que la ida, ya que tuve que parar en Milán antes de llegar a Frankfurt. Deberíais haber visto la cara de la gente en el avión de vuelta! Un gran fin de semana, mucha pasta gastada pero con la ilusión de ver a Alán como el novio más enamorado del mundo