Ayer, tras cumplir con el Fisco, empecé a andar por la calle Montalbán en dirección a El Retiro donde tenía pensado comer el picnic que me había preparado. Sin embargo, a mitad de calle, me encontré con el Museo Nacional de Artes Decorativas. Este pequeño museo, desconocido por la mayoría, esconde una colección muy interesante.
El museo se creó en 1912 por Real Decreto con el nombre de Museo Nacional de Artes Industriales. La institución, que pretendía ser lugar para el aprendizaje de los artesanos, fabricantes, artistas y conocedores de las artes industriales, siguía una concepción similar a la que había animado la puesta en marcha de otros museos del mismo tipo, como el South Kensington Museum (hoy Victoria and Albert Museum) de Londres, y el Musèe des Arts Dècoratifs de París.
El museo ocupa un bello palacete del siglo XIX erigido por la Duquesa de Santoña y situado junto al Paseo del Prado. En sus cuatro plantas se puede contemplar toda clase de arte decorativa, que por mi experiencia (lo que pude ver en el museo) tiene que ver con todo aquello que se utiliza en el día a día de una casa. Desde sillas del siglo XIV a vasos árabes, pasando por camas de diseño rococó o pósters diseñados por la Bauhaus alemana. El museo tiene una serie de reconstrucción de habitaciones medievales, renacentistas y románticas que harán las delicias de todos los amantes de las artes decorativas. Además las colecciones de cerámicas es brillante, así como las de mesas con piedras preciosas o las de alfombras castellanas del siglo XV.
Un museo bastante desconocido, con una entrada baratisima (1,20€ para estudiantes, 2,40€ para el público general) y con un edificio que sólo por verlo por dentro vale la pena pagar la entrada. Si se tiene que echar algo en cara es la ausencia de una consigna donde dejar bolsos y mochilas.
Museo Nacional de Artes Decorativas
Calle Montalbán 12, Madrid.
Entrada 1,20€ para estudiantes, 2,40€ para el público general
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