Flamant

Hoy he quedado para comer con mi tío Toni en el restaurante Flamant. Este restaurante está en la calle de Enric Granados, una de mis favoritas de Barcelona. Una calle que no valía nada la han peatonalizado y bicicletalizado, y eso ha hecho que muchos restaurantes, tiendas de diseño y galerías de arte se hayan sentido atraídas por esta calle con sillas y bancos en medio de la calle.

El Flamant es un restaurante grande, para 300 personas, con dos zonas muy diferenciadas. La entrada y primera parte es la zona de no fumadores, algo oscura, pero con una decoración años 20, en maderas y luz tenue. Pero la parte bonita es la parte de atrás del restaurante, con una cristalera en el techo y con carpinterías blancas.

El menú del día son 9,65€, que para los tiempos que corren, en un restaurante con servicio, mantelerías y platos de diseño es un chollo. De primero tanto mi tío como yo hemos pedido penne a la putanesca, y de segundo yo he optado por las albóndigas con alubias, mientras que mi tío ha optado por los calamares a la andaluza (rebozados). De postre fresas con nata y cafés sólos (cafeinado y descafeinado). Muy buen ambiente, deslumbrante, resultón y a muy buen precio.

Nota media: 7

C/ Enric Granados 23, Barcelona
Teléfono: 933 231 635

De vuelta a Barcelona

Escribo desde Barcelona. He vuelto a pasar unos días con la familia, a disfrutar de una de las ciudades más bellas de España, y a descansar, que los proyectos queman mucho. Esta mañana, por desgracia, me he despertado prontito. Cuando uno está acostumbrado a despertarse a las 7 es difícil engañar al cuerpo. Así que a eso de las 10 ya estaba desayunado y metiéndome en la ducha. Mi primo hoy curraba, así que tras acicalarme y afeitarme, he salido a dar una vuelta. Como un auténtico guiri, con un polo rosa, pantalones militares y chanclas. He ido a ver a mi tío a la óptica, y me he encontrado con Patrick, que hace ya bastante tiempo que no veía. Por cierto, me ha comentado algo de un proyecto musical de hiphop en el que está metido. Se llama HDL Crew, y tienen una web en MySpace. De momento sólo he escuchado una canción y tienen buena pinta.

De ahí me he ido a la Escuela Industrial a disfrutar del sol y de El País. Inmerso estaba en la lectura del gas ruso cuando me ha llamado mi primo Santi diciéndome que tenía un break en el curro, y que porqué no nos veíamos. Nos hemos echado unas risas, y me he ido hacia el Flamant donde había quedado con mi tío Toni. Buenísima la compañía y la comida, de la que hablaré en el siguiente post.

Barcelona tiene...

Barcelona tiene playas, algunas magníficas como la de la Barceloneta. Barcelona tiene carriles estrechos, muchas motos, y muchas bicis. Tiene subidas (o bajadas), tiene rondas y diagonales. Barcelona tiene Gótico, Barroco, Romántico y Bauhaus. Pero sobre todo, Barcelona tiene Modernismo: Gaudi, Domench i Montaner, Puig i Cadafalch... Tiene mis racies, con mis primos, mis tíos, mi abuela. A Barcelona le faltan parques, pero tiene el Park Güell que cuenta por cien. Barcelona tiene la belleza del Paseo de Gracia, sólo igualable en España al Paseo Marítimo de San Sebastián. Tiene poca agua, mucha gente hablando catalán y mucha gente del Barça. Pero también tiene gente que no habla ni castellano ni catalán, gente del Espanyol y alguno del Real Madrid. Barcelona tiene mucho modernillo y mucho estilo. Muchos restaurantes de 20 euros y come sintiendote rico, y pocos restaurantes de come una tapa y vete al siguientes a por otra. Barcelona tiene la maravilla del bicing, un metro que funciona mal y unas cercanias que funcionan peor. Barcelona tiene nuestra puerta al norte, hacia Europa, a la vez que tiene la puerta que abre el sur a los europeos.

Con todo esto, ¿cómo puede ser que los españoles no hayan entendido a los catalanes y los catalanes no hayan entendido a los españoles?

Discoteca Art Decó

De este fin de semana sólo me queda hablar del Art Deco. El sábado, después de ir a cenar con Esther (Melero) al MetBar, quedamos con Esther (López) para salir por ahí. Tras la típica de "¿qué hacemos?" decidimos ir al Art Decó. Esta discoteca está en los bajos de unas oficinas en la confluencia de María de Molina con Castelló. La entrada son 10€ con una consumición, y a partir de las 4 hay bastante cola. Como somos gente previsora entramos antes de que llegase todo el mundo. El sitio está bien, es grande, y la gente toda muy estilosa. La música al principio fue bastante rara (un pop un poco oscuro), aunque luego cambiaron al Top40, éxitos dance y pop del momento. Un buen sitio donde mover el esqueleto.

Metbar

Ayer estuve cenando con Esther en el Metbar. Este restaurante madrileño, ubicado en la confluencia de Serrano con Principe de Vergara, es punto de encuentro de la juventud más guapa de la ciudad. Llegamos a eso de las 11 de la noche, y aunque teníamos una reserva para las 11:30, no tardaron en sentarnos. El ambiente es muy informal, la decoración es en tonos blancos y anaranjados, y el servicio viste muy fashion. Tardaron en tomarnos nota, y cuando lo hicieron volvieron a los 30 minutos para pedirnos otra vez qué habíamos pedido porque se les había borrado nuestro pedido.

Mientras llegaba nuestra comida, pudimos tomarnos unos deliciosos cócteles. Esther optó por el tradicional Cosmopolitan, mientras que yo elegí un Bloody Mary. Aunque le faltaba el imprescindible toque de apio, la acertada cantidad de pimienta le daba un sabor muy rico. Por suerte, ya que nunca es tarde si la dicha es buena, nos trajeron la comida. Empezamos con unas patatas dos salsas, es decir, patatas con ketchup y salsa brava. Seguimos con un foie-gras casero y acabamos con unas delicias de pollo con salsa de mostaza y miel. Sin duda, lo mejor de la noche fue este último plato, que consiste en escalopines de pollo rebozados con la susodicha salsa. Los otros dos platos no son nada que destacar (lo serían para destacar en otro lugar, pero no en uno que te cobran 30€ por persona).

El cuarto de bao tampoco hace honor a la clientela del restaurante. Demasiado pequeño, la luz se apaga mientras estás haciendo tus necesidades... Al final, con los cócteles incluidos, pagamos 56€ por dos personas (que no está nada mal). Mi opinión es que por el mismo precio se puede comer mucho mejor en otro sitios, aunque el estar rodeado de gente guapa también se paga :).

Nota media: 6

Metbar Madrid
Calle Serrano 221
Teléfono de Reservas: 91 344 13 21

Tesoros sumergidos de Egipto

Hoy por la tarde no tenía muchos planes. Ya había salido a tomar un poco el sol al Parque Tierno Galván. ¿Qué más hacer por el barrio? Me acordé que el otro día Fer and Co. fueron a una exposición sobre Egipto en el Matadero de Madrid. La exposición Tesoros sumergidos de Egipto muestra los descubrimientos de dos ciudades egipcias que hasta hace una década estaban sumergidas bajo las aguas del mar Mediterráneo.


Estas ciudades son las de Heraclion y Canopo, situadas cerca de la moderna Alejandría, que desaparecieron a mediados del siglo VIII dC, debido a una combinación de circunstancias: subida del nivel del mar, suelos iestables y una serie de movimientos sísmicos. Gracias al trabajo del arqueólogo marino Franck Goddio y con el apoyo de la Fundación Hilti, se ha sacado a la superficie más de 5000 objetos, de los que 500 se exhiben en la exposición. Es sorprendente el tamaño de las estatuas, las efigies, las esfinges, las estelas... En serio, una exposición muy bien montada, e incluso, tal vez, demasiada información, por lo que si estáis dispuestos a leer os podéis pasar cerca de 2 horas en el Matadero.

El lado negativo, y acostumbrado a no pagar en la mayoría de las exposiciones de Madrid (o algo módico como los 3€ para entrar al Reina Sofía o el Prado), es que la entrada cuesta 9€ para estudiantes o 11€ para adultos. Después de ver lo que han organizado están más que justificados los 11€. Ah, y está abierta todos los días (de lunes a domingo) de 10 a 22 horas. Buen plan para un domingo por la tarde de un fin de semana que empezó con la visita a la exposición de Picasso.

Minuto de gloria

Hoy estaba mirando la tele, y me faltaban canales. A eso de las 16:45 estaban llegando a Lieja los escapados de la clásica Lieja-Bastón-Lieja. Pero a la vez Nadal estaba luchando en un segundo set apasionante contra Federer. Y en cuestión de dos minutos...

Teníamos a Valverde escapado, recorriendo las calles de Lieja en compañía de los otros dos escapados: Schleck y Rebellin. Se han estado controlando los últimos 5 kilómetros, sobre todo intentando que el alemán no les ataquase antes de la llegada. Entre Valverde y Rebellin le han ido cerrando, incordiando, porque sabían que eran mucho más rápidos que Schleck en la llegada. Así que todo estaba entre el murciano y el italiano. 400 metros para la llegada, giro de izquierdas y encaran la avenida que lleva a la meta. Tras 260 kilómetros y doce puertos Valverde ataca. No le pueden seguir y se lleva su segunda Lieja-Bastón-Lieja (en donde además fue segundo el año pasado).


Y a orillas del mar Mediterráneo, en una pista de ensueño, Rafa Nadal se medía a Roger Federer en su cuarta final del Master Series de Montecarlo. El primer set se lo llevo tras empezar perdiendo el saque y yendo un poco a rebufo todo el partido. Y cuando parecía que todo estaba encarrilado, plafff, va Nadal y se pone 4-0 abajo en el segundo set. Los comentaristas de TVE ya hablan de un tercer set, nadie piensa que pueda recuperar el terreno perdido ante un Federer que está pletórico. Pero Nadal, que por algo es el número 2 del mundo, renace de las cenizas, y tras ganar 5 juegos seguidos se pone con 5-4 a su favor. Una rotura más y 7-5 en el segundo set. En dos minutos nos hemos llevado Montecarlo y la Lieja-Bastón-Lieja. Casi nada.


Bueno, no voy a decir nada de Alonso, porque ya ha hecho más de lo que se esperaba de él. Ahora sólo falta esperar a las declaraciones y a ver con cuanta gente de su equipo se mete.

La colección del Museo Nacional Piccaso París

Ayer por la tarde hice una de las cosas que más me gustan: subir andando hasta el centro de Madrid. En un principio iba con destino al Fnac, pero el Reina Sofía se puso en mi camino. Hace un par de fines de semana intenté entrar en la exposición sobre Picasso que hay en el museo, pero al ver la cola me eché para atrás. Y allí estaba yo, delante del Reina Sofía y sin cola. No me lo pensé dos segundos y entré a verla. Primero he de decir que no soy el mayor fan mundial de Picasso, pero es como aquel que aunque no le gusté Michael Jackson reconoce que es uno de los mayores artistas de la música del siglo XX. Pues algo así pasa con Picasso. ¿Y quien no iría a un concierto de Jacko por sólo 3 euros (entrada de estudiante)?

La exposición temporal está formada por cuadros del Museo Nacional Picasso de París. Las obras van desde sus primeros trabajos hasta obras de los años 60. De forma muy acertada se ha intercalado entre las salas del Guernica y las nuevas del edificio de Nouvel. Una exposición que uno no se puede perder, porque ofrece la obra del artista desde los ojos del artista, que fue el que la donó al estado francés.

Cena en El Foque

Siempre se agradece volver a los sitios conocidos. El hombre es un animal de costumbres; y cuando las costumbres son buenas, mejor que mejor. El sábado pasado salimos a cenar por la noche con el Tío Antonio, el hermano de mi abuela, y más conocido en el mundillo de la cardiología como el Doctor Bayés de Luna. Sin ninguna duda es a mayor eminencia de la familia, con premios y puestos en algunas de las instituciones médicas más importantes del mundo.

Nos encontramos con ellos a la puerta del restaurante, a las 9 de la noche, puntuales para no desentonar. La decoración del restaurante no es algo nuevo, pero entiendo que quizás choque a un recien llegado como María Clara: motivos náuticos y marinos por toda la sala (véase qué es un foque). Para empezar nos obsequiaron con una copa de cava y un entrante de ensalada de bacalao. De primero tomamos carpaccios y verduras. Las mías, al vapor y con algo de aceite estaban buenas (entre aprobado y notable... ya se sabe, de la verdura no se puede sacar mucho más jejeje). Y es en el segundo donde El Foque se luce.

La especialidad de la casa es el bacalao, y cada uno se lo pidió a su manera. Reconozco que, para mi, como el pil-pil no hay nada, aunque me atreví (bajo el sabio consejo del maitre) a innovar con un bacalao en hojaldre. Estaba muy rico, y el all i oli que le acompañaba me recordó algo al pil-pil. Para terminar la cena me tomé un espejo de chocolate blanco. La cena muy buena (como siempre) aunque en esta ocasión el servicio falló un poco.

Cumple, sobrina y primeras marcas

Ayer estuvimos en casa de mi hermana y mi cuñado celebrando el cumpleaños de mi madre. Aprovechamos para ir a Can Izquierdo-Miró porque actualmente es la casa más presentable de todas. La mía no hace falta hacer ningún comentario, y la de mis padres está aún de mudanza de vuelta de las obras. Llegamos pronto, y bañamos a la niña. Le pusimos un mono, y nos pusimos a cenar. La cena: exquisita.

Todo primeras marcas. Papá fue a Mallorca a comprar cosas de catering, y cual más buena. El foie con pan de higos era exquisito, y aunque yo no soy un amante de los patés, trajo uno de sabor más fuerte pero super sabroso. Seguimos con un poco de salmón (del auténtico, del que no sabe a preempaquetado de Carrefour) con tostaditas de mantequilla (¡oh, gran invento, la mantequilla facil de untar de Arias!). No me quisiera olvidar de los quesos, que fueron una maravilla: un camembert en su punto, un reblochon de los que tiran para atras, un trocito de manchego de los anfitriones que fue de lo mejor de la noche y el Saint Felicien que es casi tan grande como el Saint Marcelain. Acompañado todo con cabeza de jabalí, ensaladita de berros y un Marqués de Murrieta. El postre siguió con el éxito de la noche: una suave tarta de limón. Sí, estos del Mallorca lo hacen todo muy bien.

Casinos

Ayer fuimos por la tarde al casino. Estábamos en casa Guille y yo sin saber que hacer, y de repente se le ocurrió a Guille ir par allá. Y como dicen, a falta de pan buenas son tortas. Yo iba con muchas ganas, ya que la otra vez que fui gané unos euretes. Con 20€ amansé una fortuna de 115€, por lo que los precedentes estaban a mi favor. Pero en materia de casinos...

Así que pasamos a buscar a Alán por casa, nos pusimos nuestras chaquetas de traje, y hacia Torrelodones. El ambiente del casino un domingo por la tarde/noche es bastante decadente. Nada del movimiento de gente joven de los viernes y sábados por la noche. Nos encontramos mucha gente sola, mucha gente mayor, muchos chinos... ¡Y allí estábamos, 3 chicos guapos como nosotros jaja! La ruleta hizo el resto y mis 20 euros volaron.

Por lo menos Guille y Alán compensaron mis pérdidas. Con un saldo inicial de 10€, Guille salió con 30€, mientras que Alán pasó de 20€ a 40€. Cosas de la vida, me tendrán que invitar a la próxima cena :).

Últimamente

Como diría Ismael Serrano últimamente ando algo perdido. Sí, mucho mucho trabajo... No sé quien me dijo que preferiría estar 14 horas cosiendo balones de Nike en la India que 14 programando y probando un proyecto tecnológico. Supongo que una vez que haces un balón todos son iguales (¿y no pasa lo mismo con un proyecto? Pues parece que no...). Me gustó una frase que dijo el otro día mi jefe sobre los malos momentos: Ahora es cuando más podemos reforzar nuestra relación con el cliente. Así es, malos momentos traen buenas oportunidades.

Mi vida circula sobre los raíles del metro de Madrid y las ruedas de los Taxi-Mercedes. Me gusta el metro de Madrid. La gente es muy poco crítica (en el buen sentido de la palabra, porque en el malo creo que nos pasamos). No saben valorar el gran servicio público que tenemos a nuestra disposición. Gracias al metro llegó cada día al trabajo, y puedo leer por el camino. El último libro que he acabado ha sido el de Freakonomics, de Steven D. Levitt y Stephen J. Dubner. Se trata un libro de economía para todos, y de como entender los secretos que se esconden en las grandes cantidades de datos y que son invisibles a la mayoría. Muy entretenido, aunque con cierto aroma a bestseller preparado.

Ah, que no se me olvidé. Cada noche, al llegar a casa, y cocinarme algo o comprarme un delicioso kebab en la calle Embajadores, veo algún capítulo de series estadounidenses. He acabado con la tercera temporada de Top Chef, mi reality preferido. ¡Sí, me encanta Hung! Siempre me han gustado los badasses de esta serie (véase Marcel Vigneron o Stephen Asprinio), y Hung ha sido el cocinero más completo de esta temporada (aunque se empeñasen en mostrarle como lo peor).

Bueno, perdonad que este post sea tan largo, pero es lo que tiene escribir poco, que cuando te pones intentas decirlo todo. Saludos a mi abuela que sé que sigue cada post que escribo. Y para acabar, una canción de Serrat para recordarnos lo obvio, que hoy puede ser un gran día :P.

Reencuentro

Siempre hace ilusión volver a ver a alguien tras mucho tiempo sin verle. Es como cuando volvía a ver a Guille y a los del Cortijo tras un largo verano por las Américas y Moia. Siempre era agradable ver el nuevo corte de pelo, la voz cambiada, el colorcito en la piel... No sé, quizás era uno de los mejores momentos del año. Todo era nuevo: las nuevas experiencias del verano, lo que habíamos aprendido, lo que nos inventábamos de las vacaciones...

Pues el otro día me sucedió algo parecido. Volví a cruzarme con Victor, un chaval de un año más del instituto, que hacía unos 6 años que no veía. Habíamos vuelto a conectar a través de los blogs de internet, pero siempre es agradable volver a ver a alguien. Y que te de la mano, y te pregunte que tal va tu vida. Que le veas feliz con su novia, y te diga que se van a ir a vivir solos. Que tenga un trabajo tan requeteguay en Radio Sol y mantenga un blog tan chulo (que últimamente con tanto curro no puedo seguir). Y que todo sea como antes, como siempre.

Killer napkins

Las servilletas las carga el diablo

Javier Domínguez

Últimos días en Barcelona

Mis últimos días por Barcelona estuvieron súper bien. El viernes salimos al Costa Breve, que es una discoteca de Aribau, al lado de donde vivía mi abuela. Ah, y que no se me olvide. Antes fuimos al Circular, el restaurante de Marisa, la amiga de Santi. Comimos muy bien, incluso preparamos cócteles, y luego salimos. Y el sábado fuimos a ver al Tío Miguel Ángel. ¡Que tío que tengo! Desde hace un tiempo vive en unos apartamentos de lujo para gente mayor en la zona buena de Barcelona (las Arcadias) y nos invitó a cenar a su "palacete". Me quedé impresionado por las instalaciones y por el glamour que puede rodear a un sitio así.

Pues por la noche fuimos a cenar con Augusto y Alicia a un restaurante de comida asiática, el Indochine. Está en la calle Madrazo con Aribau, y nos lo pasamos super bien. Ademas de mis tío y yo vinieron Santi y Luis; hay que repetir esta experiencia sobrino-tial. Y después de cenar quedé con Ana Brescó, mi "prima" del Pinar, que hacía tal vez unos 2 años que no la veía. Primero tomamos algo en su casa (vaya casa en la calle Mallorca) y después nos decidimos a irnos por ahí. Primero fuimos a casa de un amigo de Ana en Capitán Arenas (sí, sí, todo en lo mejorcito de BCN) y de allí nos fuimos a Plataforma, una discoteca al lado del Apolo. A eso de las 7, y tras acabar comiendo algo en un bar de mala muerte con nuestro amigo rumano Marius, volví a casa de los Marfá.

Y aunque pensaba salir pronto el domingo hacia Madrid, la salida nocturna del día antes retrasó la vuelta. Pero habiendo comido con la familia unas deliciosas galtes de porc, me puse en marcha. Llegué a Madrid casi de noche, y sin caer en lo que me esperaba a la llegada al día siguiente en el trabajo. Llevo dos días por aquí, y ya me quiero cortar las venas jajaja.

BCN

Aqui estoy en casa de mis primos. Hemos decidido ir a cenar a un japonés en plan familia feliz. Parece que nos pondremos las botas...

Hoy el día ha sido bien provechoso. Por la mañana he ido a Inversis con mi abuela a un desayuno en el que hemos hablado de inversiones. Parece que los expertos abogan por Europa (telecom y utilities), EEUU (finanzas) y Asia, en este orden de preferencias. De ahí he vuelto a casa, y me he marchado antes de comer al Palau de la Musica Catalana. Sí, es un pecado, pero nunca había estado dentro de esta obra maestra de Domenech i Montaner. ¡Espectacular! El edificio es de lo más bonito de Barcelona, y la sala de conciertos es de caerse desmayado y hacerse daño. Incluso el documental que te ponen antes de la visita es una obra maestra.


Y ya por la tarde he bajado a la playa, me he tomado un take-away wok al lado de la playa, y he dormido la siesta bajo el sol mediterráneo. ¡Qué placer estar de vacaciones!