Teníamos a Valverde escapado, recorriendo las calles de Lieja en compañía de los otros dos escapados: Schleck y Rebellin. Se han estado controlando los últimos 5 kilómetros, sobre todo intentando que el alemán no les ataquase antes de la llegada. Entre Valverde y Rebellin le han ido cerrando, incordiando, porque sabían que eran mucho más rápidos que Schleck en la llegada. Así que todo estaba entre el murciano y el italiano. 400 metros para la llegada, giro de izquierdas y encaran la avenida que lleva a la meta. Tras 260 kilómetros y doce puertos Valverde ataca. No le pueden seguir y se lleva su segunda Lieja-Bastón-Lieja (en donde además fue segundo el año pasado).
Y a orillas del mar Mediterráneo, en una pista de ensueño, Rafa Nadal se medía a Roger Federer en su cuarta final del Master Series de Montecarlo. El primer set se lo llevo tras empezar perdiendo el saque y yendo un poco a rebufo todo el partido. Y cuando parecía que todo estaba encarrilado, plafff, va Nadal y se pone 4-0 abajo en el segundo set. Los comentaristas de TVE ya hablan de un tercer set, nadie piensa que pueda recuperar el terreno perdido ante un Federer que está pletórico. Pero Nadal, que por algo es el número 2 del mundo, renace de las cenizas, y tras ganar 5 juegos seguidos se pone con 5-4 a su favor. Una rotura más y 7-5 en el segundo set. En dos minutos nos hemos llevado Montecarlo y la Lieja-Bastón-Lieja. Casi nada.
Bueno, no voy a decir nada de Alonso, porque ya ha hecho más de lo que se esperaba de él. Ahora sólo falta esperar a las declaraciones y a ver con cuanta gente de su equipo se mete.
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