San Ángel

Volviendo de Querétaro pillé un taxi que me llevó desde el centro del DF hasta Santa Fe. El tío llevaba 40 años de taxista/guía y me dijo: "El sábado, vete a San Ángel, que tienen un bazar precioso el sábado". Ya sabéis que yo no soy alguien a quien le guste mucho las compras, pero le hice caso porque era mayor y parecía que sabía de lo que hablaba.

Como viene siendo habitual llamé al a gente de Sitio Coral para que tuviesen un taxi preparado a las 11 de la mañana. No me desperté muy temprano después de la fiesta del viernes, pero pensé que no era mala hora. Lo primero que vi es que San Ángel está muy lejos del centro hacia el sur. Seguí el itinerario de la Lonely Planet para este barrio: el taxista me dejó en el Jardín de la Bombilla, anduve de plaza en plaza (Carmen, San Jacinto y Licenciados) y por último subí andando a la casa museo de Diego Rivera y Frida Kahlo. Este barrio tiene algo especial. Son sus calles de adoquines que contrastan con las portadas coloridas de las grandes fincas. Son las casas coloniales (como la de Isidro Fabela) convertidas en centros culturales. Y sobre todo la preciosa composición de mercados callejeros, donde se vende comida, artesanía o pintura.

Por último descubrí la figura de Frida Kahlo, de la que tanto se habla y de la que tan poco sé. La casa museo se encuentra en lo que antes era un pueblecito pero que ahora se ha vuelto zona de pijos (nada más deciros que a 50 metros del museo hay un centro comercial con Louis Vuitton y Salvatore Ferragano). Ahí el amigo arquitecto XXX les hizo una casa en dos módulos, donde cada uno tendría su estudio y que estaban comunicados por la azotea a través de una pasarela. Todo ello con unos acabados muy rudimentarios (el ladrillo por dentro es visto) y un patio muy sobrio. Tuve la suerte de que cuando llegué se estaba llevando a cabo una conferencia sobre las ventajas del tequila (?) y había varios expositores de tequila dando chupitos gratis a lo que más tarde se unió comida: tostas de pollo, XXX y ceviche de gambas. Una delicia que degusté mientras vi un documental de Frida, donde aprendí de su vida, sus sufrimientos (Rivera y su incapacidad para tener bebes) y su gran obra pictórica.

Saliendo del museo me detuve en el precioso San Ángel Inn, un restaurante con MUCHO encanto. Luego agarré Altavista hasta casi volver a donde había empezado. Pasé por un bello mercado de flores, intenté seguir andando hasta la UNAM (desistí porque estaba demasiado lejos) y agarré un taxi de vuelta al hotel.










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