El viernes volví a quedar con Jesús. Me comentó que había una fiestecilla en un garito llamado Segofredo de Polanco. La llegada al sitio tuvo su aquel. El taxista que me vino a buscar, aunque era del Coral, parecía un poco pirata. El coche medio destartalado, con las luces que no funcionaban, no tenía ni idea de donde me llevaba y de repente me empieza a meter por callejones. Me puse nervioso y le dije: "Me bajo". Él me respondió: "Está más seguro en el taxi que ahí afuera". Al final, es verdad, el tío me llevó por un atajo, pero lo pasé un poco mal.
Llegué al Segofredo, pero como no conocía a nadie tuve que esperar unos 45 minutos a que llegase Jesús. Un amiguete suyo, que se pira del DF, alquiló la parte de arriba del local, puso unas 15 botellas y pizzas para todos, y empezó la fiesta. La gente aquí tira fuerte. Conocí a gente súper interesante, a amigos de amigos de Singapur (Imanol, un amiguete de Charlie), volví a ver a gente que había conocido en Madrid y tras unas copas nos fuimos al Ragga en Antara. El sitio no me gusto mucho, la música era bastante floja, las luces del local estaban muy altas y costaba 250MXN entrar sin ninguna copa. Un robo.
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