Ayer volví a Boston, esta vez volando con US Airways vía Filadelfia. El día empezó bien temprano, saliendo a eso de las 8 con Guille a hacer recados: banco, desayuno de café con porras y a alquilar un chaqué para la boda de Alán en Mallorca. Unos pinceles que estábamos hechos. Un par de horas antes de que saliese el vuelo Guille me dejó en la Terminal 1 y de camino a Boston.
Como están las cosas, lo de los controles de seguridad son cada día más absurdos. Control de preguntas en la cola de facturación de US Airways, control para acceder a las puertas de embarque, control de pasaportes para acceder a las puertas A de la T1, control de billetes para pasar por una zona y otra vez las mismas mujeres haciendome otro control de los billetes y del dutyfree que había comprado 10 minutos más tarde. HORROROSO. Pero no fue lo peor, porque entre medias vi el que probablemente se gane el premio al avión más feo del planeta: uno de Delta, que hacía el MAD-JFK, y que iba pintado todo de rosa y gris por lo del cancer de mama. Entiendo que es un avión solidario, pero FEO FEO.
Ya embarcados en el US741, me sorprendió que los Airbus330 que tienen los llevan con pantalla individual en clase turista. La sorpresa siguió cuando nos dijeron que por los auriculares de doble entrada (los típicos de los aviones) nos cobraban 5USD (o 5 EUR, un buen negocio con el coste de los euros a día de hoy). La comida también fue curiosa, con un pollo en salsa barbacoa que era más de un McDonalds que de una aerolinea. Y por si la cosa no había sido de tralla, decidí ver la película de Dragonball: Evolution. Sabía a lo que me arriesgaba, pero fue peor de lo que me esperaba! MADRE DEL AMOR...
Llegamos a Filadelfia, creía que entrando en EEUU con un nuevo visado tendría más problemas, pero pasé el control de inmigración en un periquete y me las daba muy felices. Ya cuando habíamos aterricado en Filadelfia había visto que estaba lloviendo y en el descenso habíamos pasado por unas zonas de muchas turbulencias, pero no sabía el efecto que iba a tener el huracán Irene en mi vida... Una vez que hube refacturado las maletas (en EEUU si tienes una conexión entre un vuelo internacional y uno doméstico tienes que pillar el equipaje, pasar aduanas y volver a facturar) me fui a por la nueva puerta de embarque. SORPRESA: vuelo cancelado... Lo de Irene estaba fastidiando el espacio aéreo de EEUU y el avión que iba a Boston no podía llegar a Filadelfia. "Perdona, Linda, ¿me podéis poner en otro vuelo?", le pregunté a la azafata de tierra de US Airways. "Perdona, está todo lleno para hoy, te pondremos en un hotel y mañana sales a Boston. De todas formas, por su hay suerte, te pongo en lista de espera". Tras dejar pasar 3 aviones llenos a Boston, tras lloros a Linda y sus compañeras, conseguí que me metieran en el último avión de la noche.
Detrás, en el vuelo a Boston, llevaba a un tío que lo había visto durante toda la tarde, y que se quejaba de que necesitaba un vuelo a Boston con urgencia porque hoy le operaban. Así que le desee suerte en su operación y me dijo: "No, no me operan. Lo uso y siempre funciona". ¡Que gran hijo de puta! Pero tras más de 16 horas de viaje, llegué a Boston, mi maleta había llegado antes que yo y estaba esperándome huérfana en la zona de equipajes y tras pillar un taxi llegué a casa con más ganas de cama que otra cosa.
Friday, August 26, 2011
Friday, August 19, 2011
Samuel Adams (la cerveza)
No, no voy a hablar de historia de los Estados Unidos. Tal vez a los más cultos en la Revolución Americana os suene el nombre de Samuel "Sam" Adams, que fue uno de los padres de la independencia de los Estados Unidos y miembro de la asociación "Hijos de la Libertad". Con lo tanto de moda que está en "Tea Party" hoy en día, él fue uno de los inspiradores del motín del té de Boston, que caldeó los ánimos de los habitantes de Nueva Inglaterra en 1773.
Pero Sam Adams también es el nombre de una deliciosa cerveza que se produce en Boston. Según mis compañeros de casa, grandes connoisseurs de cervezas, las (cervezas) europeas son mejores. Pero esto es como los vinos. ¿Cuál es el mejor? El que más te guste. ¡Y a mi la Sam Adams me gusta mucho!
Albert en Boston
La semana pasada tuve la primera visita familiar a Boston. Vino mi primo Albert, que este año ha acabado el instituto y está esperando a empezar Ingeniería Química en la UAB. Lleguó un miércoles, con algo de retraso y le costó salir. Del aeropuerto nos pillamos el metro a casa, y como era tarde y lo teníamos de camino, nos paramos a cenar en la terracita de Grafton Street. El resto de días entre semana se dedicó a hacer turismo por la ciudad durante el día, y luego por la tarde quedábamos en algún sitio para hacer algo más o ya en casa para cenar y ver una peli.
El tío se metió unas buenas pateadas y cuando llegó el fin de semana bajamos a Nueva York. Ahí sí que vivimos bien: Chris nos adoptó en su casa, en pleno centro financiero, a dos pasos de Wall Street. El viernes por la noche cenamos pizzas y unas cervecitas, y lo bueno de que mi primo aún tenga 18 años es que no salimos y el sábado nos pudimos despertar súper pronto. Salimos hacia la Estatua de la Libertad y Ellis Island. Luego desde Battery Park salimos andando a buscar a Chris, nos paramos a comer cerca del Meatpacking District, seguimos zigzagueando por la ciudad y acabamos en Times Square. Una pequeña paradita, tomar fuerzas y llegar hasta la esquina de la 5ª con Central Park. WAUH! Volvimos a casa de Chris y cenamos en el piso 40 y tantos unos deliciosos burritos del Chipotle.
Y el domingo otra vez nos despertamos pronto para no desaprovechar el día. Llegamos a las Naciones Unidas a y como aún no habían abierto (en la web dicen una hora y en verdad es otra) pues nos fuimos hacia el Chrysler y el Empire State Building. De vuelta en la ONU hicimos el tour con audioguía (los guiados con persona solo son durante días laborales), vimos el Consejo de Seguridad (con todas las renovaciones de los últimos años pocos días está abierto) y volví a disfrutar de una de mis atracciones favoritas de NY. Luego de allí salimos andando, subimos hacia el Central Park, anduvimos hasta el Met, comimos algo en Upper East Side (huevos benedictinos, como el día antes) y volvimos a bajar hasta Times Square, pero esta vez entrando por el norte (mi primo dijo que esto es lo que más le impresionó del viaje). Para terminar, por primera vez en el día pillamos el metro para bajar hasta Franklin Square, comimos algo con Chris y sus amigas, y entre que bajamos andando a su casa se nos hizo la hora de marcharnos. Un grandísimo fin de semana.
¿Y en qué llenamos el resto de la semana? Pues mi primo con más visitas a Boston, cenas con amigos, pelis por la noche (Adjustment Bureau y Tropa de élite) y tardes de compras por el centro de la ciudad. ¡Qué emoción recibir a la familia en Boston!
El tío se metió unas buenas pateadas y cuando llegó el fin de semana bajamos a Nueva York. Ahí sí que vivimos bien: Chris nos adoptó en su casa, en pleno centro financiero, a dos pasos de Wall Street. El viernes por la noche cenamos pizzas y unas cervecitas, y lo bueno de que mi primo aún tenga 18 años es que no salimos y el sábado nos pudimos despertar súper pronto. Salimos hacia la Estatua de la Libertad y Ellis Island. Luego desde Battery Park salimos andando a buscar a Chris, nos paramos a comer cerca del Meatpacking District, seguimos zigzagueando por la ciudad y acabamos en Times Square. Una pequeña paradita, tomar fuerzas y llegar hasta la esquina de la 5ª con Central Park. WAUH! Volvimos a casa de Chris y cenamos en el piso 40 y tantos unos deliciosos burritos del Chipotle.
Y el domingo otra vez nos despertamos pronto para no desaprovechar el día. Llegamos a las Naciones Unidas a y como aún no habían abierto (en la web dicen una hora y en verdad es otra) pues nos fuimos hacia el Chrysler y el Empire State Building. De vuelta en la ONU hicimos el tour con audioguía (los guiados con persona solo son durante días laborales), vimos el Consejo de Seguridad (con todas las renovaciones de los últimos años pocos días está abierto) y volví a disfrutar de una de mis atracciones favoritas de NY. Luego de allí salimos andando, subimos hacia el Central Park, anduvimos hasta el Met, comimos algo en Upper East Side (huevos benedictinos, como el día antes) y volvimos a bajar hasta Times Square, pero esta vez entrando por el norte (mi primo dijo que esto es lo que más le impresionó del viaje). Para terminar, por primera vez en el día pillamos el metro para bajar hasta Franklin Square, comimos algo con Chris y sus amigas, y entre que bajamos andando a su casa se nos hizo la hora de marcharnos. Un grandísimo fin de semana.
¿Y en qué llenamos el resto de la semana? Pues mi primo con más visitas a Boston, cenas con amigos, pelis por la noche (Adjustment Bureau y Tropa de élite) y tardes de compras por el centro de la ciudad. ¡Qué emoción recibir a la familia en Boston!
Grafton Street y Russell Tavern
A la gente de Harvard le cuesta salir de la zona de Harvard. Es el mayor ejemplo de "comfort zone". En la zona alrededor de Harvard Square se sienten seguros, entre los suyos y alejados de la ciudad y de la ignorancia de quien no es uno de ellos. Así que con mis compañeros de casa no hemos investigado muchos restaurantes lejos de casa.
El segundo sitio al que me llevaron, y al que hemos vuelto un par de veces más, es el Russell Tavern. Este restaurante de dos plantas, en la calle JFK y a dos pasos del metro, es un buen ejemplo de los restaurantes que les gustan a mis compañeros de casa, con una amplísima carta de cervezas y una buena hamburguesa. Pero este sitio es mucho más que eso, y los platos son bonitos y sabrosos. Yo solo he tomado las carnes (trío de cerdo, cazuela de cordero o solomillo de ciervo) pero los pescados no tienen mala pinta. Mucho mejor si uno se puede sentar en la planta de arriba que abre sus ventanales a la calle o en la terracita si es época de verano. Sin embargo, si a uno lo sientan en la planta baja el local parece oscuro y falto de personalidad.
Este post lo comparto con Grafton Street, porque es un restaurante muy parecido a Russell Tavern y que pertenece al mismo dueño. El sitio me gusta más, está más cerca de casa y la terraza es inmejorable. Sólo he ido una vez, pero la merluza que me tomé con salsa de langosta estaba riquísima, y la pizza que se tomó mi primo no estaba nada mal. Apuntado para repetir.
El segundo sitio al que me llevaron, y al que hemos vuelto un par de veces más, es el Russell Tavern. Este restaurante de dos plantas, en la calle JFK y a dos pasos del metro, es un buen ejemplo de los restaurantes que les gustan a mis compañeros de casa, con una amplísima carta de cervezas y una buena hamburguesa. Pero este sitio es mucho más que eso, y los platos son bonitos y sabrosos. Yo solo he tomado las carnes (trío de cerdo, cazuela de cordero o solomillo de ciervo) pero los pescados no tienen mala pinta. Mucho mejor si uno se puede sentar en la planta de arriba que abre sus ventanales a la calle o en la terracita si es época de verano. Sin embargo, si a uno lo sientan en la planta baja el local parece oscuro y falto de personalidad.
Este post lo comparto con Grafton Street, porque es un restaurante muy parecido a Russell Tavern y que pertenece al mismo dueño. El sitio me gusta más, está más cerca de casa y la terraza es inmejorable. Sólo he ido una vez, pero la merluza que me tomé con salsa de langosta estaba riquísima, y la pizza que se tomó mi primo no estaba nada mal. Apuntado para repetir.
Amigos
Estos días han sido un poco movidos. Creo que nunca había procrastinado tanto a la hora de hacer una maleta. Y no es que sintiese la necesidad de hacerla pero me faltasen ganas (cosa habitual en muchas otras actividades), sino que directamente dejé de darle importancia hasta la mañana antes de salir de vuelta a España. Así que el sábado me levanté con tranquilidad (la noche antes habíamos ido de fiesta a casa de Rashmi y luego a un sitio de salsa), fui a la biblioteca a devolver las guías de Boston y Nueva York que había pillado para mi primo y a coger Brooklyn Foolies de Paul Auster y finalmente me puse a hacer la maleta. La verdad es que casi ni metí nada, el traje, alguna camisa, el bañador y unos pantalones cortos. Poca cosa y seguro que se me olvidaba algo.
Así que me fui a hacer un brunch (desayuno-comida, muy popular entre la clase media-alta estadounidense) al Zoe's y me tomé lo que creo que tenía peor pinta de lo que vi pasar: una tortilla de mogollón de huevos, pasada, con maíz, judias, "chorizo"... puag, bastante mala elección regada con los cafés del país, que poco a poco me van gustando más y más. Del brunch vuelta a casa, pillar las maletas, y directo al aeropuerto.
Una vez que hube facturado pensé: "oh, posiblemente papá estará en Barajas esperándome para recogerme". Y es ahí donde entoné un miserere mei, al darme cuenta que me había olvidado las llaves de casa de mis padres en Cambridge. Mi padre me había enviado un correo el miércoles recordándome que pillará las llaves, pero ni así. Entonces pasé el control del aeropuerto (buscaron restos de explosivos en mis manos y no encontraron nada... todo ello después haberme hecho pasar por el escaner ese que muestra una imagen desnuda del pasajero) y dentro de la terminal hice uso de la wifi gratuita del Logan Airport. Llamé a Miguel, le comenté mi problema y me dijo que no me preocupase más, que me podía quedar en su casa la noche del domingo, ya que el lunes podría volver a casa porque mi padre volvía de Sitges.
GRACIAS Miguel una vez más.
PD. Miguel se ganó un libro de Nueva York súper chulo. Incentivo para futuros olvidos de llaves.
Así que me fui a hacer un brunch (desayuno-comida, muy popular entre la clase media-alta estadounidense) al Zoe's y me tomé lo que creo que tenía peor pinta de lo que vi pasar: una tortilla de mogollón de huevos, pasada, con maíz, judias, "chorizo"... puag, bastante mala elección regada con los cafés del país, que poco a poco me van gustando más y más. Del brunch vuelta a casa, pillar las maletas, y directo al aeropuerto.
Una vez que hube facturado pensé: "oh, posiblemente papá estará en Barajas esperándome para recogerme". Y es ahí donde entoné un miserere mei, al darme cuenta que me había olvidado las llaves de casa de mis padres en Cambridge. Mi padre me había enviado un correo el miércoles recordándome que pillará las llaves, pero ni así. Entonces pasé el control del aeropuerto (buscaron restos de explosivos en mis manos y no encontraron nada... todo ello después haberme hecho pasar por el escaner ese que muestra una imagen desnuda del pasajero) y dentro de la terminal hice uso de la wifi gratuita del Logan Airport. Llamé a Miguel, le comenté mi problema y me dijo que no me preocupase más, que me podía quedar en su casa la noche del domingo, ya que el lunes podría volver a casa porque mi padre volvía de Sitges.
GRACIAS Miguel una vez más.
PD. Miguel se ganó un libro de Nueva York súper chulo. Incentivo para futuros olvidos de llaves.
Idas y venidas
Muchos os preguntaréis qué hago yendo y viniendo tanto entre EEUU y España, ya que en 3 meses que llevo en Boston he vuelto ya 3 veces a España. Pues esto se debe al tema del visado con los EEUU, que es un asunto difícil. Al principio he ido a EEUU con un visado de reuniones, el B1, que normalmente usan los países que no tienen un tratado de Visa Waiver (Dispensa de visado) con los EEUU para ir de turismo. En cambio, si uno lo que quiere es trabajar y cobrar un sueldo en EEUU necesita algo más que el B1, y es por ello que he vuelto dos veces a España para ver si me podía sacar el visado E2, con el que entraría en EEUU como inversor trabajando para everis.
Ayer tuve la entrevista en la sección consular de la Embajada de Estados Unidos en Madrid con el viceconsul y todo fue genial. El tipo me sorprendió por su amabilidad y al final de la entrevista me dijo que me aprobaba el visado y que probablemente en menos de una semana tendría el pasaporte listo para pasar a recogerlo por la oficina de mensajería MRW.
Ahora espero volver a Estados Unidos y no moverme en un tiempecito, por lo menos hasta las Navidades, que aún no sé qué haré.
Ayer tuve la entrevista en la sección consular de la Embajada de Estados Unidos en Madrid con el viceconsul y todo fue genial. El tipo me sorprendió por su amabilidad y al final de la entrevista me dijo que me aprobaba el visado y que probablemente en menos de una semana tendría el pasaporte listo para pasar a recogerlo por la oficina de mensajería MRW.
Ahora espero volver a Estados Unidos y no moverme en un tiempecito, por lo menos hasta las Navidades, que aún no sé qué haré.
Monday, August 01, 2011
Buenísimo fin de semana
Hace tiempo que no escribo en el blog. Este finde que ha pasado ha sido de los mejores desde que llegué a Boston.
El jueves habíamos salido con los del curro. Nos fuimos al Biddy Early's, donde ya habíamos ido otras veces, pero con eso de que everis está creciendo como la espuma en Boston, pasamos de 4 asistentes a casi 15! Nos pasamos algunos con el Long Island Iced Tea, por lo que el viernes, tras cenar con Telmo en su residencia, me volví a casa a dormir.
Eran las 21:30 de la noche y recibí un mensaje de M. y F. diciendo que estaban las chicas tomando copas en el Tavern in the square de Allston. Me acicalé, me medio levanté y me fui para allá, donde me esperaban con unos cuantos chupitos y copas. Power drinking en 30 minutos y de ahí los grupos se dividieron en dos y me fui con M. y con Margarita al Venu. Me gustó mucho el ambiente.
El sábado nos despertamos así así, y tras desayunar algo rápido salí a dar una vuelta por Cambridge. Vaya día más bonito que hacía. A las 14:00 habíamos quedado con gente del meetup para hacer un pub crawling al que se apuntaron unos cuantos amigos. Pub crawling es lo que en España sería ir de cañas, pero aquí como son gente muy organizada, teníamos una hoja de ruta con 8 sitios y una hora para estar en cada sitio. Al principio comencé solo con Katharina, pero luego se fueron uniendo Carlos, Diego, Fernando, Fiana, los amigos de Fiana, David, Jaime, Tania, Julia, Navin... ¡Vaya grupo! La organización del evento fue buenísima, acabamos a eso de las 2:00 de la noche, y tras 12 horas de cervezas y risas me fui a dormir.
Y el domingo, el día del descanso, quedé con Lisa, una amiga de Fiana, para ir a la playa. En teoría teníamos que ir con Fiana, pero a la "pobre" se le lió la noche anterior y no se fue a dormir hasta las 6 de la mañana, por lo que el domingo no estaba muy dispuesta a levantarse pronto para la playa. Así que Lisa me pasó a buscar, nos fuimos al Starbucks a desayunar (quien me ha visto y quien me ve) y de ahí salimos en su coche hacia Singing Beach en Manchester-By-The-Sea, a unos 40 minutos al norte de Boston. La playa a la que fuimos está administrada por el ayuntamiento de Manchester, y para entrar tienes que pagar 5$ para su conservación. Había bastante gente, pero me gustó que el agua está bastante más limpia que en Revere Beach. Buen sol, agua fresquita y unas gaviotas que como te dejes algo de comida a la vista te lo levantan como verdaderos ladrones. De vuelta a Boston nos fuimos a comer/cenar al Cafe Pamplona (no me pareció nada del otro jueves) y acabé en casa viendo un clásico recomendado por Lisa: La Reina de África.
El jueves habíamos salido con los del curro. Nos fuimos al Biddy Early's, donde ya habíamos ido otras veces, pero con eso de que everis está creciendo como la espuma en Boston, pasamos de 4 asistentes a casi 15! Nos pasamos algunos con el Long Island Iced Tea, por lo que el viernes, tras cenar con Telmo en su residencia, me volví a casa a dormir.
Eran las 21:30 de la noche y recibí un mensaje de M. y F. diciendo que estaban las chicas tomando copas en el Tavern in the square de Allston. Me acicalé, me medio levanté y me fui para allá, donde me esperaban con unos cuantos chupitos y copas. Power drinking en 30 minutos y de ahí los grupos se dividieron en dos y me fui con M. y con Margarita al Venu. Me gustó mucho el ambiente.
El sábado nos despertamos así así, y tras desayunar algo rápido salí a dar una vuelta por Cambridge. Vaya día más bonito que hacía. A las 14:00 habíamos quedado con gente del meetup para hacer un pub crawling al que se apuntaron unos cuantos amigos. Pub crawling es lo que en España sería ir de cañas, pero aquí como son gente muy organizada, teníamos una hoja de ruta con 8 sitios y una hora para estar en cada sitio. Al principio comencé solo con Katharina, pero luego se fueron uniendo Carlos, Diego, Fernando, Fiana, los amigos de Fiana, David, Jaime, Tania, Julia, Navin... ¡Vaya grupo! La organización del evento fue buenísima, acabamos a eso de las 2:00 de la noche, y tras 12 horas de cervezas y risas me fui a dormir.
Y el domingo, el día del descanso, quedé con Lisa, una amiga de Fiana, para ir a la playa. En teoría teníamos que ir con Fiana, pero a la "pobre" se le lió la noche anterior y no se fue a dormir hasta las 6 de la mañana, por lo que el domingo no estaba muy dispuesta a levantarse pronto para la playa. Así que Lisa me pasó a buscar, nos fuimos al Starbucks a desayunar (quien me ha visto y quien me ve) y de ahí salimos en su coche hacia Singing Beach en Manchester-By-The-Sea, a unos 40 minutos al norte de Boston. La playa a la que fuimos está administrada por el ayuntamiento de Manchester, y para entrar tienes que pagar 5$ para su conservación. Había bastante gente, pero me gustó que el agua está bastante más limpia que en Revere Beach. Buen sol, agua fresquita y unas gaviotas que como te dejes algo de comida a la vista te lo levantan como verdaderos ladrones. De vuelta a Boston nos fuimos a comer/cenar al Cafe Pamplona (no me pareció nada del otro jueves) y acabé en casa viendo un clásico recomendado por Lisa: La Reina de África.
Venu
Venu es un muy buen garito en la zona de los teatros de Boston. Llegamos el viernes a toda prisa con M. y Margarita (mi conexión rusa en Boston) y como estas tías conocen a todo puerta conocible en Boston, nos saltamos toda la cola y no tuvimos que pagar en la entrada. Dentro, para llegar a la sala principal, hay que subir unas escaleritas. Y entonces llegas a una pista de baile, flanqueada por dos barras, la tarima dell DJ y la zona VIP. La música fue de lo que más me gustó, con canciones entre el R&B y el dance europeo. Las copas, como siempre en estos sitios, no son baratas (creo que están por los 10$, a lo que normalmente le tienes que añadir los 25$ que cuesta entrar). Gran noche en una gran discoteca.
Cafe Pamplona
Ayer tras ir a la playa con Lisa nos fuimos a comer/cenar algo a Cambridge. En un principio íbamos a ir a Petsi Pies, pero como era domingo nos dijeron que a las 5 de la tarde dejaban de dar comida (cierran a las 18:00). Así que andando andando acabamos en el Cafe Pamplona. De este pequeño café había oido muy buenas cosas y el sitio me decepcionó. La primera decepción fue el servicio. Según Lisa el servicio es malo porque el sitio es español (!) pero se tardaron mucho en atendernos, en traernos la cuenta... Estaban desbordados. El sitio creo que es el primer restaurante al que voy en EEUU que no tiene lavabos (¿es legal? Al menos no en España).
Y ya hablando de la comida (porque por eso es por lo que estábamos allí), yo me pedí un gazpacho grande de primero que era un gazpacho pero no. Era gazpacho pero se habían pasado poniendo especias de esas que no pegan en el gazpacho (¿era canela lo que tenía?). De segundo me pedí el Pamplona Special, un bocadillo grande de diferentes embutidos con queso y trozos de pepinillo. Muy muy normalito.
La Reina de África
Ayer vi una película divertida de los 50, African Queen (en España La Reina de África). Esta súper producción de su momento, con Katharine Hepburn y Humphrey Bogart (papel por el que ganó el Óscar a mejor actor), narra la historia de una misionera británica (Hepburn) que se encuentra en peligro en el África Oriental Alemana durante el comienzo de la Segunda Guerra Mundial. Su hermano y compañero de misiones muere poco después del comienzo de la guerra y su única esperanza es bajar con un capitán de barco canadiense (Bogart) por un río que da al lago donde los alemanes han puesto un acorazado que impide el avance de los británicos.
La misionera ésta es de armas tomar y decide que lo mejor es cruzar por donde están los alemanes, bajar por los rápidos y llegando al lago convertir la Reina de África (barco en el que navegan) en un torpedo para destruir el acorazado alemán. Película entretenida, clásico del cine del siglo pasado y con un reparto de renombre.
Nuevos bares en Harvard Square
El sábado por la tarde fui de bares por la zona de Harvard Square y descubrimos algunos buenos sitios. Era un evento de meetup y este fue el programa del día:
2:00 p.m. - Shay's Pub and Wine Bar: Este fue el primer sitio, y tal vez por ser en el que estábamos más frescos, me tomé una pinta de cerveza y otra de sidra. Conociendo gente, charlando y pillando el ritmo. Me gustó el ambiente rústico del garito.
3:00 p.m. - Charlie's Beer Garden: Mi favorito del día. Tienen una terraza super chula, con ambiente desde las 2 de la tarde hasta las 2 de la noche (es a donde volvimos después de acabar el rally de bares y haber cenado algo en casa)
4:00 p.m. - Tommy Doyle's: A este sitio ya habíamos ido un día con mis compañeros de casa y no nos defraudó. Tienen un par de plantas, siendo la de arriba la más animada. Esta vez llegamos y como aún era de día tenían mesas para comer/cenar. La otra vez que estuvimos era una gran pista de baile y ahí se puede dar todo
5:00 p.m. - Grendel's Den: Descubrimiento porque me habían hablado de este sitio y nunca había estado. El local es normalito, pero me han contado que tienen la comida a mitad de precio entre semana a partir de las 9 de la noche. Habrá que volver a probar más cervezas y a cenarse una hamburguesa barata.
6:00 p.m. - Uno's: El sitio más chic que visitamos. Me gustó la decoración del lugar, con unos azulejos de color blanco y negro. Aquí ya íbamos más tocados de lo normal y creo que fue el último sitio "normal" en el que estuvimos con gente "normal".
7:00 p.m. - Hong Kong: Segunda visita a este restaurante chino reconvertido en bar y discoteca nocturna. La semana pasada llegué de rebote porque estaban cerrando todo y esta vez no me gustó más que la anterior. Sitio raro, gente rara y cócteles chinos.
8:00 p.m. - Trata: Poco tiempo disfrute de este bareto porque tuve que salir a hacer unos recados. El sitio es molón y la comida que pasaban tenía muy buena pinta.
9:00 p.m. - John Harvard's: Aquí solo llegamos los verdaderamente acabados, con una pareja de 50 años que se habían conocido durante la tarde, una cuarentona que daba miedo, un treintañero que daba más miedo aún y todo mi grupo de amigos. No nos tomamos nada, salimos corriendo y nos tomamos la siguiente en mi casa.
2:00 p.m. - Shay's Pub and Wine Bar: Este fue el primer sitio, y tal vez por ser en el que estábamos más frescos, me tomé una pinta de cerveza y otra de sidra. Conociendo gente, charlando y pillando el ritmo. Me gustó el ambiente rústico del garito.
3:00 p.m. - Charlie's Beer Garden: Mi favorito del día. Tienen una terraza super chula, con ambiente desde las 2 de la tarde hasta las 2 de la noche (es a donde volvimos después de acabar el rally de bares y haber cenado algo en casa)
4:00 p.m. - Tommy Doyle's: A este sitio ya habíamos ido un día con mis compañeros de casa y no nos defraudó. Tienen un par de plantas, siendo la de arriba la más animada. Esta vez llegamos y como aún era de día tenían mesas para comer/cenar. La otra vez que estuvimos era una gran pista de baile y ahí se puede dar todo
5:00 p.m. - Grendel's Den: Descubrimiento porque me habían hablado de este sitio y nunca había estado. El local es normalito, pero me han contado que tienen la comida a mitad de precio entre semana a partir de las 9 de la noche. Habrá que volver a probar más cervezas y a cenarse una hamburguesa barata.
6:00 p.m. - Uno's: El sitio más chic que visitamos. Me gustó la decoración del lugar, con unos azulejos de color blanco y negro. Aquí ya íbamos más tocados de lo normal y creo que fue el último sitio "normal" en el que estuvimos con gente "normal".
7:00 p.m. - Hong Kong: Segunda visita a este restaurante chino reconvertido en bar y discoteca nocturna. La semana pasada llegué de rebote porque estaban cerrando todo y esta vez no me gustó más que la anterior. Sitio raro, gente rara y cócteles chinos.
8:00 p.m. - Trata: Poco tiempo disfrute de este bareto porque tuve que salir a hacer unos recados. El sitio es molón y la comida que pasaban tenía muy buena pinta.
9:00 p.m. - John Harvard's: Aquí solo llegamos los verdaderamente acabados, con una pareja de 50 años que se habían conocido durante la tarde, una cuarentona que daba miedo, un treintañero que daba más miedo aún y todo mi grupo de amigos. No nos tomamos nada, salimos corriendo y nos tomamos la siguiente en mi casa.
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