Thursday, June 23, 2011

IBIZA!!!


Si no ha habido ningún problema (como que el avión se haya retrasado dos horas en llegar), ahora mismo estoy en Ibiza. Estoy escribiendo esto desde Boston, pero como no voy a tener acceso a internet desde Ibiza, lo dejo preparado para mañana por la tarde. Estaré aquí todo el fin de semana para celebrar (aunque nos de un poco de penita) que Alán se casa con Mar, la niña de sus ojos. Espero volver vivo a Boston :)

Tuesday, June 21, 2011

La gente de Boston


Desde que he llegado a Boston he conocido a multitud de gente. Gente buenísima, gente regular e incluso alguno malo (esos los hay por todos lados, es la pandemia de la gilipollez). Este post no va sobre lo buena o mala que es la gente. Va sobre como se relaciona la gente de Boston.

Mis experiencias en los EEUU hasta ahora habían sido todas magníficas: mis veranos en Ohio y en Illinois con familias super acogedoras y generosas, mi visita a mi hermana al IIT en Chicago, mi espectacular año en GWU (que da URL a este blog)... Tal vez todas estas experiencias tenían algo de irreal. Irreal por ser durante las vacaciones. O durante la carrera. O durante el verano cuando todo es bonito y todos nos queremos. O durante una época de la vida cuando estás madurando y en general tus padres te pagan todos los caprichos que tengas.

Pero ha sido llegar hace poco más de un mes a Boston y se me ha cambiado la percepción de la gente. Tal vez sea la composición demográfica del area: está lleno de gente universitaria y de gente mayor (más de 35 años) pero entre medias hay un gran vacio. Tal vez la gente ya haya hecho sus grupos de amigos y no quieran conocer a más gente. Tal vez...

La gente directamente pasa del tema de conocer a nueva gente. Es curioso, yo, el que huía despavorido de los españoles en DC y Singapur, que ahora estoy saliendo por ahí de marcha con todo de españoles porque aún, después de 7 semanas en Boston, no he creado grupo de amigos aquí. Me he apuntado al meetup y voy a multitud de eventos, salgo casi todas las noches (hoy es el primer día que me rajo, pero después de ver Philadelphia no tengo el cuerpo para tomar cervezas), he organizado dos fiestas en casa... ¡qué más tengo que hacer!

Se me está haciendo un poco cuesta arriba esto de conocer a gente. Espero que cambie todo, porque como el invierno sea mucho peor que esto...

Fajitas & 'Ritas


Volví el sábado a comer a un sitio al que había ido hace un par de años, Fajitas & 'Ritas. No quisiera ensañarme con el sitio, pero me dejó bastante mal sabor de boca. Este sitio tex-mex, cerca del Boston Common, me había sorprendido mucho la última vez que fui y tomé fajitas. Tal vez, la elección del otro día, una ensalada mexicana con pollo, no fue la mejor, pero he tomado taco salads deliciosas en otros restaurante mexicanos de EEUU. Esta vez no, así que o bien lo borro de mi lista o le doy otra oportunidad. Depende de como me sienta la próxima vez que pase con hambre por delante de este restaurante.

Revere Beach


Este domingo en un principio íbamos a casa de Francis a desayunar. Parece que la chica no se despertó con ganas, y como era prontito y aún no tenía planes, decidí bajar al BSC para una clase de yoga dominguero a las 9:30 [gran forma de empezar el día. nota mental para todos los domingos que esté por Boston].

Así que al salir del yoga intenté comunicarme con Fiana, pero como la chica estaba limpiando la casa decidí irme al plan Tania+Diego: ir a la playa de Revere a pasar el día. En un principio a mi ese plan no me tiraba mucho, pero qué le iba a hacer, no tenía nada mejor en la agenda. Pasé a buscar a Tania por State a su gimnasio, nos reunimos con Diego, y nos montamos en la linea azul.


El viaje en la linea azul es de menos de 20 minutos, y uno se monta en un tren que va hacia Wonderland (El país de las maravillas en inglés) que es la cabecera de la linea azul. Desde la parada de metro es cruzar un parque y una calle y ya estamos en la playa de Revere. Esta playa es bien larga (casi 5 kilómetros), tiene una arena blanca que es algo dura y es ancha. Hay multitud de sitios para jugar al voleibol, socorristas cada varias decenas de metro, sitios donde comer algo y mucho reggaetoneo con la cantidad de latinos que invaden esta playa. La peor parte de la playa es que se ve con demasiada frecuencia bolsas de plástico en el agua. Una nota histórica es que fue la primera playa pública de los Estados Unidos tras comprar el terreno el estado de Massachusetts en 1895.


Nosotros para comer nos fuimos al The Pizza Kitchen, que queda delante de la playa. El sitio no tiene sillas, así que uno se puede sentar y pedir la bebida en el pub irlandés de al lado (Bill Ash's Lounge), pedir la comida por la ventanita que da a la pizzeria y disfrutar del plan. Las pizzas son gigantes, baratas, pero les falta un poco de sabor. Esta misma combinación de bebidas del pub y comida de fuera se puede hacer con el restaurante chino que queda al otro lado.

En fin, un grandísimo plan para un domingueo como el pasado en el que hizo un sol buenísimo.

Philadelphia


Tengo mil cosas que contar de este último fin de semana, pero esta noche he visto la película Philadelphia, y me ha dejado con unas sensaciones que me gustaría compartir con todos vosotros.

Philadelphia es una película que trata el juicio sobre el despido de un abogado gay con SIDA de un reputado bufete de abogados de la ciudad de Filadelfia. La película está basada en unos hechos similares que ocurrieron a finales de los años 80 en Nueva York. En esta película Tom Hanks encarna a un joven y telentoso abogado, Denzel Washingotn es el abogado que le defiende en el juicio y Antonio Banderas es el novio de Tom Hanks.

La película es tierna y poderosa, y en su momento (1993) fue el primer largometraje que reflejó la realidad del SIDA. El personaje que encarna Tom Hanks es muy carismático, desde la primera escena inspira alegría, paz, seguridad y confianza. Y las escenas del juicio con el espejo son sobrecogedoras. ¿Y qué decir la escena con el aria de Andrea Chenier cantada por la Maria Callas? Muy buena película que sin caer en el sentimentalismo refleja la crueldad de una enfermedad que sigue levantando muchos prejuicios en nuestro mundo.

Thursday, June 16, 2011

Liberty Hotel


El Liberty Hotel es el sitio de moda en Boston. El que sea algo o quiera ser algo se pasa por el Liberty los jueves por la noche. Haciendo un poco de historia, el Liberty Hotel fue hasta 1990 la Charles Street Jail, la carcel central del condado de Suffolk del que Boston es la capital. Con las cosas que tiene la vida y debido a problemas de sobrepoblación de la cárcel, la cerraron y en 2007 abrieron un hotel de lujo.

El concepto está super bien: un grandísimo lobby central, en la primera planta del hotel, donde se mueven todos los guapos de la ciudad y una planta baja que ha mantenido las celdas y donde uno se toma las copas dentro de ellas. Los jueves hacen pases de modelos y van pasando mujeres en vestidos y bikinis por la discoteca. Lo único que echo de menos en este garito es que la gente no baila y es más para gente de 30 años.

Son muy estrictos con los temas de la edad, así que nada de intentar entrar con un DNI español, piden el pasaporte si no es un documento estadounidense.

Liberty Hotel
215 Charles Street
Boston, MA

Desayunos en Boston

Hay dos sitios de desayuno que me gustan en Boston.


1) Au Bon Pain: Se trata de una cadena de cafeterías. Pero a veces te das cuenta que las cadenas (como en el caso de The Cheesecake Factory) pueden ser buenas. Descubrí el bagel que tienen con salmón y wasabi (Smoked Salmon and Wasabi on onion dill bagel) y me encantó. Un bagel ligeramente tostado, con unas lonchas de salmón ahumado, con queso, wasabi, pepinos y una salsa espesa tipo vinagreta. Por cierto, que tengo uno de camino al trabajo en Harvard Square.

2) Deli One: Este sitio, regentado por unos griegos con más mala leche que la Duquesa de Alba, sirven también unos deliciosos bagels, mi preferido es el relleno de huevos, queso y bacon. Pero esos mismos huevos y bacon te los pueden servir sobre patatas fritas con salchichas y tostadas. Unas bombas de colesterol para una vez a la semana (¡el día que vayas al gimnasio!)

Gypsy, club de Boston


Hoy me ha dado por empezar a escribir críticas de los últimos restaurantes en los que he estado de Boston (I, II). Pero además de comer también se puede salir en esta ciudad.

En la zona centro de Boston, delante del Common, está el Gypsy. Tiene dos zonas claramente diferenciadas. Al entrar hay unas mesas a ambos lados y con barras, que crea un entorno más lounge. Sin embargo al final de este largo pasillo, y dejando la zona VIP a la derecha, se llega a la pista de baile, donde cada fin de semana pinchan los temas del momento durante toda la noche (que en Boston significa hasta las 2 de la noche). Las copas son un poco criminales (me tomé un gin tonic que sabía a rayos) pero por una cosa o por otra (ambiente, amigos y mujeres) nos lo pasamos súper bien.

Gypsy
116 Boylston St
Boston, MA

Ignorance, by Milan Kundera


Molly, my housemate, recommended my reading a book by Milan Kundera. She had never read Ignorance, but she is a great fan of the Czech-French writer, so I gave it a try.

The title is a pretty strong starting point. The novel focuses in the lives of two Czech immigrants who return to Prague after the end of the communist regime. They both feel unattached to what was once their home and realize that the reality they had for their country is no longer true. The novel reworks the Odyssey, as a trip back home where no one is really expecting Odysseus and he isn't receive as he thought he would. Ignorance to what has been forgotten and ignorance to what wants to be forgotten.

I didn't like the lack of action in the book. It may be more about the feelings, but there is a void in the book I can't understand. I couldn't see complex characters and in general the book was irrelevant to me. I've heard great things about Kundera, but this book wasn't what I had expected.

Gourmet Dumpling House


El otro día, a través de meetup, conocí el restaurante Gourmet Dumpling House. Se trata de un restaurante chino espacializado en dumplings (empanadillas chinas).

La comida china no es mi favorita. Matizo: la comida china, fuera de china (o Singapur, que no era más que una extensión de china :P) no es mi favorita. Pero reconozco que tengo una debilidad por los dumplings y por todo tipo de dim sum, algo así como las tapas chinas, que normalmente se sirven hervidas. Llegamos un grupo de 6 personas y tuvimos que esperar unos 15 minutos para que nos sentasen. Íbamos con unos especialistas en comida china que pidieron dumplings de cerdo y dumplings vegetarianos para empezar. Los de cerdo, con jugo de cerdo dentro, estaban deliciosos. Luego seguimos con unos pancakes de cebolleta riquísimos, un pollo con espárragos, una ternera que estaba un poco dura, una sopa picante sabrosa y un pez en salsa de chile normalito.

Resumen: Muy barato, muy lleno y con unos dumplings riquísimos

Gourmet Dumpling House
52 Beach Street
Boston, MA

The Cheesecake Factory


El martes, después de salir del evento de la Year of the Party (muy flojito este) nos fuimos con Fiana, una amiga suya y Konstatin a The Cheesecake Factory. Hacía un tiempo que quería ir a este restaurante y tengo que decir que todas mis expectativas se cumplieron :).

Aún me acuerdo de pasar andando con Kay por el Prudential Center y ver la carta del Cheesecake Factory y ver que eran páginas y páginas de platos. Yo no confió en los sitios que tienen más de 20 platos en la carta, pero me quedé con la reflexión de Kay: "Aquí tienen muchas cosas, muy buenas, muy grandes y baratas". ¿Qué más podemos pedir a un restaurante?

la carta tiene un poco de todo. Muchos platos de picoteo, ensaladas, sandwiches, hamburguesas, carnazas, pasta, sopas, pescados... TODO! Los que me conocéis sabéis cómo me gusta la pasta, así que pedí unos espaguetis con gambas (Shrimp Bistro Pasta), algo "normalito". Nos trajeron un pan para picar que era pan a la española, no un chicle del que traen normalmente aquí. Y luego trajeron los platos. No os podéis imaginar el tamaño y el peso del plato. Una pasta con una cantidad ingente de gambas y champiñones, con una salsa ligera de crema de leche con un toque de brandy. Comía y comía y el plato no bajaba! Y la calidad me pareció excepcional!

Y este sitio se llama Cheesecake Factory por algo, porque tienen unas tartas de queso de locura. De entre la selección de 30 (!!) tartas de queso opté por la que tiene trocitos de chocolate y masa de cookies (Chocolate Chip Cookie-Dough) que estaba de locura. Al final, la cuenta, unos 20$ por persona y con comida para el día siguiente con lo que había sobrado.

¡De momento de las mejores experiencias culinarias en EEUU!

The Cheesecake Factory
100 Cambridgeside Place
Cambridge, MA

Los Bruins ganan la Stanley Cup!


¡Y los Bruins ganaron la Stanley Cup! Hacía 39 años que no la ganaban y en un partido brillante se deshicieron de los Vancouver Canucks por un 4-0 para cerrar la serie con un 4-3.

Fuimos a ver el partido a Davis Square. En un principio íbamos al Joshua Tree, un bar en Elm Street, pero cuando llegue estaba hasta los topes. Todavía no había llegado Elizabeth y sus amigos y el sitio ya tenía cola para entrar. Así que vi que había un bar al otro lado de la calle se llama Foundry y me fui para allá. El sitio está súper bien, solo tomamos cervezas (nada baratas en la barra) pero pasaban platos de comida con muy buena pinta.

El partido se puso de cara pronto para los Bruins. El juego lo dominaban los de Boston, pero sin claras ocasiones. Hasta que en el minuto 14 del primer periodo Patrice Bergeron metió su primer gol de tiro raso a lo que Loungo, portero de los Canucks, no pudo hacer nada. Ya en el segundo periodo llegó el segundo gol, de Brad Marchand, haciéndole la jugarreta a los de Vancouver por detrás de la portería, y el tercero, otra vez de Bergeron, que lo metió cayéndose, empujando al portero y cuando Vancouver estaba en superioridad numérica por la expulsión durante 2 minutos de un jugador de los Bruins. Ya a la desesperada, Vancouver se puso a jugar sin portero y los de Boston metieron su cuarto gol.

Os podéis imaginar como estalló de alegría tras el partido. La gente se puso a gritar el típico "USA! USA!" (creo que pocas cosas me asustan más en el mundo) y las rondas de cerveza no pararon. El premio Conn Smythe, al mejor jugador de la final, se lo llevó el veterano portero de los Bruins Tim Thomas, que ha conseguido dejar la portería a 0 dos veces en esta fase final y que ayer consiguió la friolera de 37 paradas.

Wednesday, June 15, 2011

Boston Bruins y la Stanley Cup


Esta noche es el último partido de la Stanley Cup entre los Boston Bruins y los Vancouver Canucks. La serie está empatada a 3 y el que gane el partido de esta noche se lleva el trofeo de campeón de la NHL (Liga Nacional de Hockey). El hockey está viviendo en los últimos meses un resurgimiento en Boston, ya que este equipo hace tiempo que no gana nada (la última Stanley Cup es de hace 39 años) y hacía mucho tiempo que no conseguían avanzar a las fases finales de los playoffs.

Yo como podéis comprender yo no soy un experto en hockey sobre hielo, pero mola mucho ver los partidos. Lo que más impacta es el ritmo de juego, el constante intercambio de posesiones (parece que les falta control sobre la pastilla), los golpetazos que se meten y como los árbitros dejan que los jugadores se zurren hasta que caen al hielo.

De momento cada equipo ha ganado los partidos en su casa, por lo que los de Vancouver parten como favoritos. Nadie esperaba que los Bruins llegasen hasta el séptimo partido contra un rival que a priori es mucho más fuerte que ellos, pero las grandes actuaciones de Tim Thomas (portero de los Bruins) unido a la gran capacidad de meter goles de la delantera de Boston (los partidos que han ganado han sido por 8-1, 4-0 y 5-2) han mantenido a flote a los Bruins.

Esta noche he quedado con un grupo de amigos para ver el partido. Mañana tendremos buenas o malas noticias. Pero ganen o pierdan nos tomaremos un par de cervezas esta noche.

Sunday, June 12, 2011

Boston Sports Clubs


Me he apuntado al gimnasio. Nunca había tenido una suscripción a un gimnasio pero he creido que es lo mejor para que la dieta estadounidense no haga estragos en mi barriga y mis tetillas.

Preguntando a la gente por aquí todos me recomendaron el BSC (Boston Sports Clubs). Lo bueno que tiene es que el precio es super competitivo (69$ al mes) y que tienen 25 gimnasios alrededor de Boston. Esto es súper útil porque cuando estoy en el trabajo me va bien el de Downtown Crossing, pero cuando vuelvo a casa voy al que está en Central Square, en Cambridge. Hay clases de todo tipo (steps, spinning, abdominales...) y también de yoga, a las que tengo muchas ganas de empezar a ir. De momento he ido algunos días por la mañana y los findes al de al lado de casa y otros días a la hora de comer al de al lado del curro. Espero seguir siendo constante :).

Nueva vida en Cambridge



Hace ya casi dos semanas que me he mudado a vivir a Cambridge, la parte del área metropolitana de Boston que queda al norte del río Charles. Esta zona es mucho más tranquila que Boston, es conocida por sus universidades (MIT y Harvard) y tiene mucha vida de restaurantes y pubs.

Me he mudado a una casa que está en Harvard Street, a un par de minutos andando del campus de la universidad de Harvard y a 5 minutos andando rápido de la parada de metro de Harvard Square, que en 15 minutos me lleva al centro de la ciudad con la linea roja. La habitación en la que estoy la encontré a través de Craiglist y desde el primer momento me enamoré de la casa. Ocupa parte de una gran casa que han dividido en 4, y nosotros ocupamos la planta baja y la segunda planta, más un sótano gigante. La casa tiene en la planta baja una preciosa entrada, una sala de estar, mi cuarto y el de mis dos compañeros varones, un baño y medio (quiere decir que solo uno tiene ducha) y la cocina. En el segundo piso están las dos chicas y su baño.

¿Y con quién estoy viviendo? Pues primero tenemos a Georg, cuyo cumpleaños fue ayer y que está sacándose su doctorado en físicas en Harvard. Es un tío súper marchoso, que le encanta cocinar y que viene de Viena. Por otro lado tenemos a Leander, holandés, que está trabajando para un profesor de ciencias sociales de Harvard haciendo estudios de la Revolución Industrial en Inglaterra. A este la gusta la fiesta aún más que a Georg y nos despierta los domingos por la mañana con unas mezclas musicales de Beethoven con techno duro aleman. Y las chicas son Molly y Camille. Molly es una estudiante de la Universidad de Kansas que está pasando el verano en Cambridge haciendo unas prácticas en un centro de psicología de Harvard y Camille es una chica de California, de padre indio y madre francesa, que está haciendo el doctorado en biología.

Como podéis ver no me aburro en la casa. Espero hacer muchas fotillos y subirlas poco a poco.

Monday, June 06, 2011

Viaje a Montreal y Quebec City (III)


Llegamos con sol a Montreal después de dos días de lluvias. Salimos a dar una vuelta por la calle de Sainte-Catherine, algo así como el corazón comercial de Montreal, y nos dimos cuenta que esta ciudad con sol no está tan muerta como la habíamos visto el día anterior con lluvia. Aprovechamos para conocer toda esa zona y nos volvimos al hostal para hacer una pequeña fiesta alcohólica-gastronómica. Nos pillamos unas botellitas de vino blanco, algo más de comida y estuvimos bebiéndolo entre los 4. Gran noche :).

Y para cerrar el viaje, el lunes prontito subimos hacia el Mont-Royal, montaña que da nombre a la ciudad. Aparcamos cerca del lago de los Castores y fuimos andando hacia el Chalet desde el que se tiene una vista magnífica de toda la ciudad. Volvimos al coche, bajamos la montaña, pasamos conduciendo por toda la zona del Plateau de Mont-Royal ("la meseta de Montreal") y llevamos a la zona del estadio olímpico. Pasaemos por los alrededores del estadio y me sorprendió el estado en el que se encuentra, con hierbajos creciendo por todos lados. La arquitectura es flipante, un estilo de estos futuristas de los 70 y no nos cansamos de sacar fotos. De ahí pasamos a la zona del jardín botánico contiguo al estadio, nos tomamos unos helados al sol y de vuelta a EEUU.

El camino de vuelta estuvo marcado por el GPS que nos llevó por caminos de cabras en vez de por la autopista (!!) pero una vez más pasamos fenomenalmente la frontera con EEUU, condujimos por los bellos parajes de Vermont y llegamos a Boston tras 4 días sin parar las carreteras de Norteamérica.

Viaje a Montreal y Quebec City (II)


No estuvimos los 4 días en Montreal porque el hostal en el que nos queríamos quedar solo tenía habitaciones para las noches del viernes y el domingo. Y como veréis fue una suerte tener que ir a la ciudad de Quebec. Yo no sabía que la capital de la provincia de Quebec también se llamaba Quebec. Llegamos entre lluvia (el común denominador de todo el viaje) y nos alojamos en el hostal mientras oíamos como el Barça ganaba la Copa de Europa contra el Manchester United. Salimos a dar una vuelta por el Parc des Champs-de-Bataille (Parque de los Campos de Batalla donde lucharon en 1759 los franceses y británicos), los alrededores de la Ciudadela y todo el casco antiguo. Por primera vez tengo que decir que sentí que no estaba en EEUU o Canadá, sino en una pequeña ciudad del norte de Francia. Fue una sensación súper refrescante. Cenamos algo, nos tomamos unas cervezas locales en una discoteca gay y a dormir prontito.

El domingo nos despertamos prontito y salimos a andar. Pasamos por la espectacular estación de autobús y tren y llegamos al mercado municipal. Creí que siendo domingo estaría muerto pero los puestecillos de productos frescos y flores estaban llenos de mercancia. Desayunos unos deliciosos cafés con bollería recién hecha y con fuerza salimos a comernos Quebec. Pasamos por el pintoresco barrio de artistas hacia la calle de Saint Pierre, vimos el funicular que te lleva a la ciudad antigua, pero como somos unos machotes subimos andando por las escaleras. Una vez arriba entramos en el espectacular Château Frontenac (que alberga un hotel de lujo), advimos por las calles empedradas y acabamos en la Ciudadela, fortificación del Real Regimiento 22 de las Fuerzas Armadas Canadienses. Hicimos un tour guiado por dentro, nos llovió a mares, pero creo que es de las visitas que más me gustaron del viaje. Medio calados volvimos al hostal, recogimos el petate y de vuelta a Montreal.

Quebec es una ciudad espectacular, con muchísimo encanto, y que merece mucho la pena visitar.

Viaje a Montreal y Quebec City (I)


Con un poco de retraso escribo sobre el viaje que nos llevo a tierras canadienses durante el fin de semana del 27 al 30 de mayo. Aprovechando que el 30 de mayo se celebraba en EEUU el Día de los Caídos (Memorial Day) nos alquilamos un coche y subimos a la vecina provincia canadiense de Quebec para hacer un poco de turismo. Pasamos el 27 y 28 en Montreal, el 28 y 29 en la ciudad de Quebec y el 29 y el 30 en Montreal otra vez.

Los integrantes de la comitiva éramos Fernando (un español que lleva años trabajando en EEUU entre Phoenix y Boston), su novia Amelia y mi ex compi de trabajo Tania que está currando también en Boston. El viernes por la tarde Tania y yo fuimos a comprar víveres para el viaje (pan, embutidos y patatuelas) y la parejita nos pasó a buscar por el Wholefoods. Desde ahí, en nuestro magnífico Nissan Altima Hybrid (estupenda primera experiencia en un híbrido en un viaje largo) pasamos la frontera Estados Unidos - Canadá con uno de los agentes de inmigración más majos que nunca me han tocado.

Mi primera sensación al entrar en Quebec (no sé si será así en todo Canadá) es que uno parece que entra en un desierto. Era de noche eso sí, pero de repente el número de luces disminuye. Uno deja de ver pueblos alrededor, casi no hay gasolineras en las autopistas y no hay casi coches circulando. Muy curiosos todo. Así que llegamos a Montreal a eso de las mil de la noche, nos dirijimos al hostal que teníamos reservado y todos a dormir.

A la mañana siguiente tocó salir a andar por el casco antiguo de la ciudad. Desde el hostal hasta el centro bajamos andando, y aunque no estaba muy lejos, la lluvia hizo que el paseo fuese bastante penoso. Entre la lluvia y que todo estaba medio cerrado, empezó a crearse en mi un sentimiento contra Montreal. Llegamos a la zona centro, nos compramos un paraguas y seguimos andando. No estuvo mal, pero no me emocionó. Comimos algo rápido de vuelta al hostal y pillamos el coche hacia la ciudad de Quebec.

Partido España-EEUU en Boston


Este fin de semana he ido a mi primer evento deportivo en EEUU. La selección española de fútbol vino a Boston a jugar un partido amistoso contra EEUU para que la selección local se preparase para la Copa de Oro que empieza hoy. Creo que también tiene mucho que ver que la Federación Española fuese a cobrar 2 millones de euros por desplazarse hasta Nueva Inglaterra para un partido.

Lo de que el partido se jugaba en Boston es una metáfora. El estadio Gillette está a 34 kilómetros de Boston, en el pueblo de Foxborough, en medio del bosque y donde dicen que en invierno hace un frío que pela. Para llegar ahí lo más fácil parece que es ir en coche, pero para los pobres españolitos Amtrak puso un tren desde Boston hasta Foxborough y como os podéis imaginar los vagones iban llenísimos, con los pasillos repletos de gente de pie.


Llegamos al apeadero al lado del estadio y fuimos rápido hacia el estadio. Teníamos una hora para llegar a nuestros asientos, pero el Guillette Stadium es bien grandote. Entre eso y que nos encontramos a Manolo el del Bombo en la entrada del estadio (y que nos quedamos haciéndonos fotos con él 10 minutos) tampoco llegamos con tanto tiempo a nuestras localidades. Antes del partido nos tomamos un perrito de tamaño bestial y a disfrutar de la roja.

La mayoría de la afición iba con España. Dos cosas me sorprendieron: 1) estadounidenses con las camisetas de España y animando a la Roja y 2) un gran porcentaje de los que animaban a España y llevaban camisetas de España eran inmigrantes latinoamericanos en EEUU. Así que sonó el himno español, la gente no estuvo demasiado animada lalaleando y a ver el espectáculo.


El partido estuvo muy dominado por España desde el primer minuto. La primera parte fue muy buena, con unos grandísimos Silva y Villa, que por el centro y la banda izquierda hicieron mucha pupa al equipo local. En dos ocasiones Cazorla y otra Negredo (tras un pase espectacular de Xabi Alonso) nos fuimos al medio tiempo con un 3-0. La segunda parte fue más tranquila, los yankees tuvieron alguna ocasión, pero sirvió para que Torres metiese su golito y acabásemos con un 4-0. La ovación del día se la debería haber llevado Iniesta, pero con eso de que salió en el medio tiempo no se le dio la aclamación que se debía. En cambió la entrada de Casillas por Reina en el minuto 76 hizo caerse el estadio.

El equipo estadounidense estuvo muy flojo, sin apenas medio campo, con muchos agujeros en la defensa y con un porto que no hizo nada en los goles de España (que pudieron haber sido mucho más porque un par de balones se estrellaron en la madera). Una gran experiencia y muy contento de ver a España jugando en Boston.