Partido y cena

Como la canción de los Strokes Last Nite, pero un poco más optimista, ayer hice mil cosas por la noche. Todo empezó con una llamada a Miguel para ver qué era de su vida y qué tal le había ido por Alemania en la ordenación de su amigo alemán. Y me dijo que le sobraba un abono para el partido del Real Madrid contra el Betis. Así que decidí apuntarme. Ya sabeis que no hay que forzarme mucho para apuntarme a un evento deportivo, sea de la índole que sea: esgrima, baloncesto, camiones, fútbol... La sensación de ir a un partido de fútbol es buenísima. No sé si a la gente con el tiempo se le pasa, pero yo aún tengo la sensación de un niño pequeño. Los abonos son para la tribuna del fondo norte, en la zona bien del campo.

El partido fue difícil. Hubo jugadores que lo hicieron muy bien, y otros que no tanto. Guti estuvo desacertado, Saviola no las veía venir, Heinze mejor que se dedique al ketchup y Torres está más acojonado que la niña del exorcista. En cambio Raúl siempre está ahí, peleando. Como Baptista que salió y metió un gol porque lo buscó (y se lo encontró) y Robinho, que aunque no es Messi, se atreve a encarar al contrario. Al final goles de Raúl y Baptista, 2-0 para el Madrid, y el Betis que se fue con más palos que goles el Madrid.

Al acabar el partido me junte con mi hermano, con el Pira, con el Richard y el Ferq y fuimos a cenar al Friday's, que no es el Sant Celoni pero se come bien. Yo ya había cenado un bocata en el Bernabeu, pero hice hueco para unos aritos de cebolla. El servicio fue lento y muy poco cordinado. Fer añadió un par de perlas como "te lo pido para ayer" o "si me traes el Long Island con el postre te lo devuelvo" en relación a la lentitud del servicio. Pero bueno, la compañía lo arreglo. Ya cuando acabó la cena, y se fueron de copas, yo me retiré a dormir, que hoy es un largo día.