Larga noche de piedra

Hace unos días que no me encuentro bien. No sé muy bien lo que es, pero sí sé lo que es. Sé que son muchos pequeñas cosas. Desde hace unas semanas, con el problema de piel estoy muy irascible y alterado. No me rasco la piel, pero me muero de ganas de hacerlo. Creo que es como aquel que deja de fumar y aunque sabe que fumar es malo, le atrae como nada en el mundo. El problema es que yo fumo durmiendo, y cuando me despierto después de rascarme por la noche, me pica más.

Según la médico es cuestión de estrés, y creo que últimamente tengo bastante de eso. Tanto en el trabajo, como en mi casa nueva, tengo momentos de estrés. A veces uno no congenio como querría con todos los del trabajo, y eso provoca en uno una sensación de rechazo dentro del grupo. Sí, quizás creo yo esa sensación, pero no es del todo agradable. Y después llego a casa, cansado de todo el día, pongo la lavadora, y me salen las camisas quemadas! Sí, en serio, ya he tenido que tirar 2 camisas, y otras 2 las estoy aguantando...

Y si a todo eso se le junta una crisis sentimental, pues tenemos un cocktail explosivo, que es donde me encuentro ahora. Además, estoy cansado, he estado currando todo el día, y la cena no me ha ido del todo bien. Quizás exegere. O quizás no.