Barbacoa en Lozoyuela

El sábado me levanté tarde. A eso de las 12 del mediodía me llamó mi padre para despertarme y decirme que no me olvidase unos paquetes que tenia que subir a Lozoyuela. Ellos ya andaban por ahí, porque mi prima habia pasado de salir el día antes y estaban de excursión por la Sierra. Cogí el coche de mi madre, y tras chuparme el atasco del RACE llegué a Lozoyuela para empezar a preparar la barbacoa.

Pili, como siempre, nos trató como reyes. Comida y bebida que no falte (hay que decir que hicimos barbacoa de chuletas con Moet & Chandon... ¡Que pijerío!). Así, entre chapuzón y chapuzón (hacía mucho calor), chorizo criollo y buena compañía se nos paso el día. La piscina fue el punto clave de la reunión, y el agua estaba en su temeratura idonea (incluso me bañé un rato con lo que a mi me cuesta meterme en el agua).