Que no se lo tomen como algo habitual, pero voy a escribir un post con 10 cosas que les quiero agradecer a mis padres. Me han pillado en un día un poco chof, así que voy a ver si esto me anima.
1) Comida: Enseñarme a comer es quizás una de las dos cosas que más agradezco a mis padres. La comida es lo que más feliz me hace en este mundo. Me paso la mañana pensando en la hora de comer y la tarde pensando en la hora de cenar. En este apartado tienen gran culpa las cenas que preparaba mi padre a diario, las comidas de Mari, las cenas de los sábados cocinadas por mamá y amenicadas con el Gómez, los cubanos, los amigos de los cubanos o quien parase por casa, las cenas de los domingos con Luis, las comilonas en Canarias, Asturias, Galicia... Comida!!
2) Valor de las cosas: Gracias a mis padres sé que las cosas tienen un valor y que no se deben banalizar. Hay que ser prudentes y responsables, y creo que uno puede estar mucho más seguro en la vida si actua de esa manera.
3) Viajar: Si comer es mi debilidad, viajar es mi perdición. Desde pequeñito, en aquellos viajes a las Canarias, he podido disfrutar con mis padres del placer de viajar. Conocer España, parte de Europa y parte de América con ellos. Me han enseñado que no se necesita mucho dinero para viajar, sino que con un poco de organización y ganas se puede llegar al fin del mundo. Eso sí, lo de visitar todos los sitios de la guía, papá, eso es un poco demasiado.
4) Libertad/confianza: En casa nunca tuvimos una hora para volver a casa. Y eso no quiere decir que fuésemos de los que llegamos a las mil (ups, mi hermano, alguna vez... jaja). Pero siempre tuvimos la libertad de nuestros padres para que hiciésemos lo que quisiéramos, sin ninguna atadura. Algo locos estaban mis padres.
5) Moral cristiana: Quizás no soy un prototipo de cristiano modelo, pero mis padres desde pequeño me han inculcado una moral cristiana, basada en el amor hacia los demás, en el respeto y en la igualdad de todos. Aún, con veintitantos años, me tumbo en la cama de mis padres a rezar un Padrenuestro con mi padre (demasiado padre en una sola frase) antes de irme a dormir.
6) Cultura: En pocos sitios se respira la cultura como en casa de mis padres. Quizás sean algo snob, muy a la europea, críticos con la cultura popular que rige el cine y la televisión de nuestros días. Pero es una casa llena de libros, discos, música (¿qué sería de las cenas sin Buena Vista Social Club?), visitas a museos... De pequeño, si un día llovía, en vez de bajar al parque a dar patadas a un balón, nos íbamos a ver cuadros a la Fundación March. ¿Qué infancia más aburrida no? Nada más lejos de la realidad. Me gusta saber cosas, y eso lo he heredado de mis padres.
7) Familia: Sí, sé que mis padres tampoco eligieron a su familia, pero por unas cosas u otras he nacido formando parte de dos familias (la materna y la paterna) que siempre me han querido y me han mostrado su afecto. Aquí tiene gran importancia el hecho de formar parte de una familia catalana, gente que aparte de ser conocida por ser tacaña son conocidos por ser modernos, abiertos al mundo, trabajadores y buenos emprendedores. Quizás mis padres son buenos ejemplos de todo esto.
8) Culo inquieto: Mis padres (¿o debería decir mi padre?) no están de vacaciones si no se recorren dos parques naturales, hacen una media maratón y cenan y comen cada día en un pueblo diferente. Son gente activa, inquieta, y eso lo he heredado de ellos. No paro, que si viajes, que si exposiciones, que si cenas, que si fiestas. Carpe diem señores. Que la vida son dos días!
9) Educación pública/mente abierta: No voy a mentir a nadie ni voy a decir que mis años en el instituto fueron los mejores de mi vida, porque no. Pero sí que quiero agradecer a mis padres por llevarme a un colegio público, algo raro en mi barrio, donde todo el mundo iba a los Jesuitas, a los Corazonistas, al Liceo Francés o al Colegio de Huérfanos de la Armada. La educación pública, aunque en clara decadencia en España, es un buen ejemplo de la diversidad cultural actual española, donde un gitano estudia con un polaco, un español y un colombiano. Esto ayuda a que no nos cerremos al resto de los ciudadanos de nuestro países, donde los inmigrantes ya representan más del 10% de la población.
10) Amor incondicional: Eso es lo que me han mostrado a lo largo de toda la vida. Amor incondicional, incluso cuando me merecía algo más que una torta (que ni siquiera me dieron). Me han querido incluso cuando yo no les quería. Agradezco que me hayan dado una enésima oportunidad :)
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5 comments:
Xavier, gracies per tot i sempre.
Papá
un amor!
mamá
què puc dir? Simplement que estic 100% d'acord amb tu, que m'has fet saltar les llàgrimes... us estimo molt, i os trovo a faltar
:)
a ver, voy a cerrar los comentarios en este post, que esto se está volviendo tragicómico :P. un peto a tots!
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