Anoche fuimos a cenar al restaurante Ventorrillo murciano. Este establecimiento de especialidades murcianas se encuentra en el céntrico barrio de Antón Martín, en una zona de difícil aparcamiento, por lo que tuvimos que meter el coche en el parking más cercano (calle Atocha).
Para empezar el establecimiento tiene una decoración muy básica, sin ningún tipo de atractivo y que no invita a grandes expectativas. Así decidimos que primero compartiríamos algo y después nos tomaríamos los 3 un arroz. Los entrantes fueron embutidos murcianos a la plancha y verduras de la "güerta" (así escrito) a la plancha. Los embutidos consistían en una buena salsicha para cada uno con un trozo de morcilla a la plancha para compartir entre los tres. Las verduras eran calabacines, berenjenas, pimientos y espárragos a la plancha. Todo muy normalito.
Después llegamos al plato fuerte de la noche, arroz de la viuda. Este arroz lleva como acompañamiento verduras y migas de bacalao. El arroz estaba muy bueno y en una cantidad muy proporcionada, ya que a veces las paellas tienen raciones grandísimas.
Y de postre pedí el pan de calatrava que consistía de un bizcocho con chocolate, acompañado con puding y uvas. Caballo grande de poca calidad. El café, según Josep, aceptable.
En el apartado logístico, el restaurante a las 9 aún no estaba preparado por lo que tuvimos que esperar en la calle. El servicio fue malo, y los baños están en la planta sótano, y dejan mucho que desear. Una pena que todo se ponga en contra de un restaurante con tan buen arroz.
Nota media: 5 (el arroz lo salva todo)
Calle Tres Peces, 20
Teléfono 91 528 83 09
Sunday, August 31, 2008
Ventorrillo murciano
Monday, August 25, 2008
La cocina al desnudo, de Santi Santamaría
Durante las vacaciones en Cádiz me leí un libro que me ha entretenido mucho, La cocina al desnudo de Santi Santamaría. Y no es que me haya entretenido por su fina pluma literaria (de la que anda escaso el cocinero de San Celoni), sino por la hartada de despropositos que lanza en su libro.
La tesis del cocinero catalán es que la cocina se ha desvirtuado, que la cocina ha dejado de ser cocina, para ser algo que algunos llaman arte (pero que él no comparte). La cocina se ha alejado de sus origenes, de sus raíces, se intenta conjugar lo de aquí con lo de allí, añadiendo productos químicos que engañan al comensal y que no magnifican el sabor original de las buenas materias primas, sino que disfrazan las materias primas de mediocre calidad. Así entierra a todos los cocineros de vanguardia españoles, que tanta fama han dado a nuestro país, y tiende por las posturas más afrancesadas, defendiendo un tipo de restaurante, que curiosidades de la vida, coincide con los suyos.
Un libro curioso, de gran actualidad por su pique con el papa Ferrán Adriá, y que no dejará indiferente a ninguno. Mi padre creo que comparte mi opinión, aunque parece que Josep Gómez a sido más clemente con el famoso cocinero celoní.
Sigo vivo
Sigo vivo, y con todos mis órganos intactos. Siento tanto tiempo de silencio, pero estoy que no paro. Ya he empezado el curso del ICEX para irme a Singapur, y la cosa es frenética. Mucho curso, mucha gente, y muchas actividades. Por ejemplo, esta semana ya tenemos planeadas dos quedadas de fútbol, una de baloncesto y una de cine. Casi nada.
Y los amigos por ahí andan. Luis y Tere jodidillos, Guille igual de bien que siempre, Fer y Esther de concierto y vacaciones por Zaragoza, y Alán recién llegado de la Isla de Pascua. Amigos trotamundos todos :D.
Sunday, August 17, 2008
Vacaciones de verano
Hoy se acaban mis vacaciones de verano. La verdad es que las hemos aprovechado muy bien. La primera semanita estuve en la playa de Bolonia en Tarifa (Cádiz) con los amigos en una casa convertida en apartamentos. Precioso, espectacular. Aquí os dejo una foto de la playa para que os hagais una idea: 3900 metros de arena blanca, con una anchura de 90 metros, con una ciudad romana al lado y con mucho rollo hippie. Maravillosa la playa de Bolonia.
Y esta última semana he estado en Moia con los abuelos. Empezamos muy bien porque Ignacio y su familia me invitaron a pasar el día en el mar con su lancha y las niñas. Salimos del puerto del Masnou, y nos dirigimos hacia el norte, hasta llegar a Arenys de Mar. A todo esto llevábamos un bongui bongui, que es un flotador que se ata a la parte de atrás de la lancha y en el que te sientas mientras los de la lancha te hacen putaditas para que te mojes o te caigas. Nos lo pasamos super bien con toda la familia de veleros-futbolistas.
El mismo día por la tarde llegamos a Moia a pasar una semana con los abuelos. La verdad es que se han hecho mayores, y como decía Jordi, todo tiempo que vivan es tiempo de regalo y debemos disfrutar con ellos. Así hemos llegado a hacer timbas de brisca con mi abuela, hemos tenido nuestros piques al dominó, nadie nos quitaba el helado y el refresco de media tarde en Montvi de Baix, y he podido pasar bastante tiempo con los Miró Mezquita, los Echevarría Miró y los Elias Miró. Un diez a todos ellos por hacer de los Miró una de las mejores familias del mundo.