Saturday, March 19, 2011

Bésame mucho


Anoche me fui con Marcela y con Miguel a ver un/otro musical. A través de la web Taquilla último minuto pillé entradas para el musical Bésame mucho, y tras enviar un email masivo se apuntó la parejita a esta aventura de sabor latino. ¿Cómo funciona el último minuto por internet? Compras las entradas cuando quieras eligiendo una zona del teatro. Sin embargo sólo hay entradas para ciertas sesiones. En nuestro caso podíamos elegir entre la representación del miércoles o del jueves. El día de la actuación, desde una hora antes, puedes retirar las entradas y nos dieron las mejores que tenían libres para la platea, una fila 5 más o menos centrada. Unos asientos buenísimo. Y por ser taquilla último minuto nos salió con un 35% de descuento.

La historia es un West Side Story a la cubana. La primera escena discurre en una noche de viernes en La Habana, cuando Eduardo declara su amor a Camila y le pide matrimonio. Todo va bien hasta que Camila le dice a su prometido que ha conseguido una beca para irse a estudiar a España durante dos años. Como acaba no os lo diré, pero tampoco es que tenga un final inesperado.

El musical es una montaña rusa con más bajadas que subidas. La música es normalita, y el sonido, desde donde estábamos, era muy pobre, con la banda sonando muchas veces más fuerte que los cantantes. El actor principal tenemos muchas dudas de que cantase en directo y la mala de la obra cantaba francamente mal. El secundario de los chicos ni cantó y la única que se salvó de la quema fue la protagonista. El baile en cambio es uno de los puntos fuertes de la obra, con un par de bailarines principales que son buenísimos, aunque otra vez se nota la diferencia entre ellos y el resto. El decorado muy flojito y la sorpresa de la noche fue que una concursante de Fama estuvo en un par de escena con todo el reparto de Bésame mucho (eso sí, sobraba pero que daba gusto). Las mujeres cubanas muy guapas y moviendo mucho las caderas, pero es un musical, dadme algo más que mulatas moviéndose.

En fin, que como decía Marcela, esto parece más una excusa de un grupo de cubanos para salir de la isla que un musical serio. Flojito flojito, ¡¡aunque con un descuento del 35%!!!

Wednesday, March 16, 2011

Ruddigore o la estirpe maldita


Gracias a la locura que me ha vuelto últimamente por salir de casa, el otro día me compré unas entradas para ir a ver Ruddigore o la estirpe maldita. Me gusta ir a los sitios sin saber lo que voy a ver, y esta vez bien que me han sorprendido.

La obra es un musical, como ellos lo definen un "musical sobrenatural", y para que os hagáis una idea yo creo que cae dentro del género gótico-infantil-cómico. Sí, suena difícil, pero así es. Ruddigore es un barón de una antigua familia, y este barón si no quiere morir tiene que matar a alguien una vez al día. Todo esto acompañado por 5 actores espectaculares, un pianista que pone música a las canciones y un guión fabuloso. Eso sí, los primeros 15 minutos he estado pensando "vaya mierda", "¿así durante una hora y media?" y cuando se ha acabado he pensado "¿ya ha pasado una hora y media?".

No me extraña la cantidad de premios que se ha llevado esta producción, que sin ser lo mejor que he visto, sí que es de lo más original. Un gran acierto en el Teatro Fernán Gómez, prorrogado hasta el 2 de abril, y con entradas a 13€ si te haces socio de Telentrada.

Tuesday, March 15, 2011

La sombra del águila


Desde principio de año he leído mucho. Creo que mi segundo viaje a México y lo lejos que está el trabajo de casa tienen la culpa. Como no voy a hablar en mucho tiempo de un nuevo libro leido (voy por la página 80 de 600 de Dune en inglés) os voy a contar que me pareció el penúltimo.

Estaba por casa La sombra del águila (Un relato) de Arturo Pérez-Reverte. Este libro trata de forma novelesca la aventura de un grupo de soldados españoles, que medio a la fuerza medio a la aventura se fueron con las tropas napoleónicas a la campaña de Rusia de 1812. El libro en cierto sentido (y salvando las distancias) me ha recordado a Cinco horas con Mario de Miguel Delibes en el uso exquisito del lenguaje. Este libro parece que lo ha escrito el soldado puteado que se moría de hambre y de frío en Rusia, que luchaba y no le valoraban, que intentaba desertar y le aupaban como a un héroe. Es un libro lleno de contradicciones, donde se hace una caricatura de Napoleón que es para partirse de risa (me costó enterarme de quien era el Pequeño Enano hasta el segundo capítulo).

En fin, un libro corto, que no nació como libro en sí, sino como publicación en fascículos para El País del verano del 93 y que me ha dejado un grandísimo sabor de boca

Sunday, March 13, 2011

Un tranvía llamado deseo


Esta tarde, gracias a la invitación de Miguel, he ido con él y con Marcela al Teatro Español a ver Un tranvía llamado deseo de Tennessee Williams. Hacía tiempo que no iba al teatro y me ha gustado mucho volver a ver a actores en vivo. Suena tonto, pero es que estoy pasando una época muy tonta.

El argumento de la obra es más de telenovela que otra cosa. Las hermanas Du Bois se reencuentran en Nueva Orleans, a donde llega Blanche buscando a su hermana Stella. Proceden de una acomodada familia del sur de los Estados Unidos, pero el tiempo y la muerte de toda la familia acaba con las fortunas y las dos hermanas acaban viviendo juntas con el marido de Stella, Staney Kowalski, que es un obrero de origen polaco. La obra habla de la soledad de una señora que lo ha perdido todo, la doble moral donde no se juzga al resto como se juzga a uno mismo y los problemas de la diferencia solical y la marginación.

No me ha gustado la obra, es más, me he pegado una cabezadita de 5 minutos en el primer acto. Hemos coincidido los tres en que a la obra le falta ritmo, yo no he visto a los dos actores principales (Vicky Peña y Roberto Álamo) nada a gusto con el personaje y la "teatralidad" de Vicky Peña (en el mal sentido de la palabra) unido con su tono de voz que me pone de los nervios ha destrozado la obra. En cambio los secundarios, Ariadna Gil y Alex Casanovas se han lucido. Al final una ovación muy fría, un par de saludos y todos a casa.

Eso sí, después de un teatro (como hacíamos después de una ópera) hay que meterse un buen kebab entre pecho y espalda. Seguramente, y si sigo escribiendo, hablaré de esto, pero estoy indignado con que ya es imposible encontrar en Madrid un kebab de cordero. ¿Pollo o ternera? Esto es ya el nuevo McDonald's :/.