Anoche fuimos a ver nuestro segundo partido de los Celtics. Nunca había visto la NBA antes, y este año, como los Celtics no están muy finos, las entradas están súper baratas en la "reventa". Como comentaba en un post anterior, la reventa está permitida en EEUU, así que si ves que no consigues revender tu entrada y solo quedan un par de horas para el partido, el precio empieza a caer en picado.
Las entradas del primer partido las pillamos dos horas antes y nos salieron por casi la mitad de precio. Pillamos las que están en la parte de abajo del graderío, detrás de una de las canastas. El partido tenía muy buena pinta, ya que enfrentaba a los Celtics contra los actuales campeones de la NBA, los Mavericks de Dallas. Con muy buena entrada, empezó el partido y los Celtics fueron por detrás haciendo la goma. El primer y tercer cuarto fueron dominados claramente por los Mavs, pero en el segundo y en el cuarto los Celtics se acercaron peligrosamente. Los Mavs desaprovecharon una ventaja de 7 puntos a mediados del cuarto cuarto y los Celtics llegaron a empatar a falta de 25 segundos. Luego apareció Dirk Nowitzki con un par de movimientos y sentenció el partido
Las entradas para anoche las teníamos desde hacía un tiempo. Nos hacía gracia ver a un español jugar en la NBA, por lo que fuimos a ver un partido de los Toronto Raptors de José Manuel Calderón. Habíamos pillado 7 entradas juntas, esta vez centradas en la grada superior. Me gustó más cómo se veía el juego desde allí arriba. El partido estuvo controlado por los Celtics en todo momento, y los minutos que Toronto jugó mejor fueron los que coincidieron con la sustitución de Calderón por Forbes. En el tercer cuarto el partido se rompió y los Celtics no dieron ninguna opción a los Raptors.
Lo más divertido de los partidos, los intermedios y la gente bailando en las pantallas. Ayer era día de los reservistas de la Guardia Nacional y se pasaron toda la noche enfocando a todos los que llevaban uniforme. Vamos, propaganda nacional.
Thursday, January 19, 2012
Partido de los Celtics
[Esta entrada la escribí el otro día antes de ir a mi primer partido de los Celtics. Va con una semana de retraso]
Esta tardes vamos a mi primer partido de los Celtics en Boston. Hemos encontrado entradas a muy buen precio. El sistema es algo raro, pero creo que lo he entendido: la gente compra entradas, y luego la reventa está permitida, por lo que tienes mil páginas web donde recomprarlas. Cuanto más se acerca la fecha del evento, si quedan muchas entradas por revender, éstas bajan de precio. Así, al partido de hoy, aunque tiene muy buena pinta (los Celtics reciben al actual campeón de la NBA, los Mavericks de Dallas), no se han vendido todas las entradas, así que entre esta mañana y esta tarde las entradas han bajado unos cuantos dólares. La entrada más barata esta mañana estaba a 25$ y ahora está a 19$.
¡Qué emoción!
Esta tardes vamos a mi primer partido de los Celtics en Boston. Hemos encontrado entradas a muy buen precio. El sistema es algo raro, pero creo que lo he entendido: la gente compra entradas, y luego la reventa está permitida, por lo que tienes mil páginas web donde recomprarlas. Cuanto más se acerca la fecha del evento, si quedan muchas entradas por revender, éstas bajan de precio. Así, al partido de hoy, aunque tiene muy buena pinta (los Celtics reciben al actual campeón de la NBA, los Mavericks de Dallas), no se han vendido todas las entradas, así que entre esta mañana y esta tarde las entradas han bajado unos cuantos dólares. La entrada más barata esta mañana estaba a 25$ y ahora está a 19$.
¡Qué emoción!
Wednesday, January 18, 2012
Fin de semana en Vermont
Ayer se celebró el día de Martin Luther King en los Estados Unidos. Este activista de los derechos de los negros en Estados Unidos nació el 15 de enero de 1929 y cada tercer lunes de enero se celebra su día.
Así que teníamos un fin de semana de 3 días para disfrutar. No había planeado nada (me enteré del puente la semana pasada), así que hablando con Alexa, que tampoco tenía nada planeado, decidimos pillar el coche y subir a Vermont. Este estado se encuentra al noroeste de Massachusetts, en dirección hacia Montreal. El nombre de Vermont viene del francés Monte Verde, aunque en estas fechas podría mejor llamarse Blancmont, porque todo lo que se ve es nieve.
El fin de semana no pintaba bien, con temperaturas en los fahrenheit negativos (eso es a partir de los -17ºC). Sin embargo no hacía ni pizca de viento, por lo que el frío se notaba en la cara al andar, pero he pasado más frío con temperaturas más altas. Creo que las mínimas temperaturas que pasamos este fin de semana estando fuera del coche fueron -3F (-20ºC).
Nos alojamos en el Woodstock Inn & Resort, un hotel en el pueblo de Woodstock (que no tiene nada que ver con el Woodstock que estáis pensando, el del festival, que está en el estado de Nueva York). Clasificado como uno de los 100 mejores hoteles de EEUU por Condé Nast, fue una experiencia buenísima. La habitación como todas en los EEUU, grande. Cama king size gigante, baño bueno y sólo eché en falta televisión en alta definición. A las 4 se servía el té con galletas, el gimnasio con piscina cubierta y jacuzzi muy bueno (había que pillar un autobús que te llevaba del gimnasio al hotel) y una preciosa chimenea en el lobby para calentarse.
Woodstock es un pueblo muy mono, en el que tienes para visitar 2 calles y las tiendas que hay en ellas. Poca cosa, pero pintoresco, con nieve por todos lados. De Woodstock lo que más me gustó fue la granja de Marsh-Billings-Rockefeller. Nombre largo para una granja que han convertido en Parque Nacional, y que ha pasado por las manos de estas 3 famosas familias estadounidenses hasta que los Rockefellers la donaron al Servicio de Parques Nacionales en 1989. En esta granja se puede ver la arquitectura rural del siglo XIX y como sigue funcionando como granja, unos magníficos ejemplares de vacas (alguna campeona nacional de "belleza"), ovejas, caballos o bueyes.
Además de Woodstock, visitamos Hanover donde se encuentra la Universidad de Dartmouth, el pueblo de Quechee, las granjas de Sugarbrush y la fábrica de queso Cabot.
En el aspecto culinario, todo notable pero sin sobresalientes. Mi preferido fue el desayuno en el Mont Vert en la calle Main de Woostock. El sandwich de huevo, beicon y chedar estaba sublime (el chocolate caliente normal). La cena más cara, la del Simon Pearce en Quechee, me pareció buena pero excesivamente cara (me tomé un buen trozo de bacalao con costra de rábano picante y puerro frito). Y en Woodstock el Bentley's me sirvió dos buenas costillas de cordero en su salsa.
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