Monday, August 20, 2012

Boston Restaurant Week - Mistral


For the next two weeks I am going to be having dinner in some of the most exclusive restaurants of Boston. It is a great opportunity attending these dinners thanks to the prix fixe menus of the Summer Boston Restaurant Week

Mistral 

We started Restaurant Week with Mistral. This French restaurant is located in the South End and it features Provençal food. As we arrived we were told to wait. I am not sure if it was because we were only half of the party (Lisa and I were on time while Scott and Paul were 20 minutes late) but we had to wait for almost 25 minutes over our reservation time. Once we were escorted through the dining room, we were sat in a beautiful table with two sitting in a semicircular bench and the other two in chairs. The decoration of the place is better than Boston average but still nothing fancy.

So we were presented with the prix fixe menu. It had 3 options as appetizers, 3 as entrées and 2 desserts. As appetizer we all got the tart with duck ragut and some sweet sauce. The sauce was excellent, the duck so-so. And as an entrée I got the salmon, with olives and small potatos. The piece of salmon was over cooked and the olives were too powerful for the dish, so each time you got one, it killed the rest of the dish. And as dessert, a very bland panna cotta. The wine was a Val de L'Ours, with an OK flavor and price.

The service was disappointing. We had to wait a lot to put our requests to the waitress and it took a long time to get our food served. The restrooms were OK. The lighting, as common in the US, not bright enough. I (strangely) enjoy seen clearly what I am eating and the people I am eating it with.

Monday, May 21, 2012

Más de un año por Boston

Hace un par de semanas que hizo un año que estoy por Boston. Mil cosas han pasado entre medias, y el balance es muy bueno.

El primer mes de estancia en Boston estuve viviendo en varios hoteles. No me quedé todo el mes en el mismo hotel porque con el tema de las graduaciones universitarias los hoteles están llenos y empecé en un hotelazo (el Ames Hotel, en pleno centro de la ciudad) y luego me enviaron a dos hoteles a las afueras, uno en Medford (La Quinta Inn) y otro delante de donde trabajo ahora (el DoubleTree de Dorchester).

Así que a principios de junio llegué a la casa del 354 de Harvard Street, en Cambridge. He sido muy feliz aquí. He conocido a gente majísima. Molly, Leander y Charlotte ya no están con nosotros, y los sí que siguen son Camille, Paula, Georg y Clemens. Me gusta mucho nuestra casa. Situada en pleno centro de Cambridge, a 10 minutos andando de Harvard Square, vivimos en una casa gigante que dividieron en 4 partes. La división es algo rara, por lo que tenemos un cuarto del sótano, la mitad de la planta baja y un cuarto de la segunda planta. Además, en la entrada tenemos un pequeño jardincito, y he empezado a hacer mis pinitos en agricultura urbana plantando unas cebollas, zanahorias, tomates y rábanos.

En cuanto a la vida personal, estoy muy feliz también. Ya hace unos cuantos meses que estoy con Alexa, una chica de Boston, que me ha ayudado a sentar poco a poco la cabeza :). Además de Alexa he tenido la suerte de conocer a un grupo de gente muy heterogéneo, un poco de todos lados, con los que no me he cansado de salir, hacer cosas y viajar.

Y el trabajo, que ocupa la mayor parte de mi tiempo, va más o menos. Estoy en una situación muy complicada desde hace unos meses. Estoy en medio de un cambio de trabajo, de la consultora en la que trabajo al cliente, y el proceso no está yendo todo lo rápido que quisiérmos. Es algo muy incómodo y que espero se solucione pronto. Quitando eso, el trabajo me gusta y tengo un jefe del que he aprendido mucho.

Espero volver a pillar carrerilla con las actualizaciones del blog.

Thursday, January 19, 2012

Y van dos partidos de los Celtics

Anoche fuimos a ver nuestro segundo partido de los Celtics. Nunca había visto la NBA antes, y este año, como los Celtics no están muy finos, las entradas están súper baratas en la "reventa". Como comentaba en un post anterior, la reventa está permitida en EEUU, así que si ves que no consigues revender tu entrada y solo quedan un par de horas para el partido, el precio empieza a caer en picado.


Las entradas del primer partido las pillamos dos horas antes y nos salieron por casi la mitad de precio. Pillamos las que están en la parte de abajo del graderío, detrás de una de las canastas. El partido tenía muy buena pinta, ya que enfrentaba a los Celtics contra los actuales campeones de la NBA, los Mavericks de Dallas. Con muy buena entrada, empezó el partido y los Celtics fueron por detrás haciendo la goma. El primer y tercer cuarto fueron dominados claramente por los Mavs, pero en el segundo y en el cuarto los Celtics se acercaron peligrosamente. Los Mavs desaprovecharon una ventaja de 7 puntos a mediados del cuarto cuarto y los Celtics llegaron a empatar a falta de 25 segundos. Luego apareció Dirk Nowitzki con un par de movimientos y sentenció el partido


Las entradas para anoche las teníamos desde hacía un tiempo. Nos hacía gracia ver a un español jugar en la NBA, por lo que fuimos a ver un partido de los Toronto Raptors de José Manuel Calderón. Habíamos pillado 7 entradas juntas, esta vez centradas en la grada superior. Me gustó más cómo se veía el juego desde allí arriba. El partido estuvo controlado por los Celtics en todo momento, y los minutos que Toronto jugó mejor fueron los que coincidieron con la sustitución de Calderón por Forbes. En el tercer cuarto el partido se rompió y los Celtics no dieron ninguna opción a los Raptors.

Lo más divertido de los partidos, los intermedios y la gente bailando en las pantallas. Ayer era día de los reservistas de la Guardia Nacional y se pasaron toda la noche enfocando a todos los que llevaban uniforme. Vamos, propaganda nacional.

Partido de los Celtics

[Esta entrada la escribí el otro día antes de ir a mi primer partido de los Celtics. Va con una semana de retraso]

Esta tardes vamos a mi primer partido de los Celtics en Boston. Hemos encontrado entradas a muy buen precio. El sistema es algo raro, pero creo que lo he entendido: la gente compra entradas, y luego la reventa está permitida, por lo que tienes mil páginas web donde recomprarlas. Cuanto más se acerca la fecha del evento, si quedan muchas entradas por revender, éstas bajan de precio. Así, al partido de hoy, aunque tiene muy buena pinta (los Celtics reciben al actual campeón de la NBA, los Mavericks de Dallas), no se han vendido todas las entradas, así que entre esta mañana y esta tarde las entradas han bajado unos cuantos dólares. La entrada más barata esta mañana estaba a 25$ y ahora está a 19$.

¡Qué emoción!

Wednesday, January 18, 2012

Fin de semana en Vermont


Ayer se celebró el día de Martin Luther King en los Estados Unidos. Este activista de los derechos de los negros en Estados Unidos nació el 15 de enero de 1929 y cada tercer lunes de enero se celebra su día.


Así que teníamos un fin de semana de 3 días para disfrutar. No había planeado nada (me enteré del puente la semana pasada), así que hablando con Alexa, que tampoco tenía nada planeado, decidimos pillar el coche y subir a Vermont. Este estado se encuentra al noroeste de Massachusetts, en dirección hacia Montreal. El nombre de Vermont viene del francés Monte Verde, aunque en estas fechas podría mejor llamarse Blancmont, porque todo lo que se ve es nieve.


El fin de semana no pintaba bien, con temperaturas en los fahrenheit negativos (eso es a partir de los -17ºC). Sin embargo no hacía ni pizca de viento, por lo que el frío se notaba en la cara al andar, pero he pasado más frío con temperaturas más altas. Creo que las mínimas temperaturas que pasamos este fin de semana estando fuera del coche fueron -3F (-20ºC).


Nos alojamos en el Woodstock Inn & Resort, un hotel en el pueblo de Woodstock (que no tiene nada que ver con el Woodstock que estáis pensando, el del festival, que está en el estado de Nueva York). Clasificado como uno de los 100 mejores hoteles de EEUU por Condé Nast, fue una experiencia buenísima. La habitación como todas en los EEUU, grande. Cama king size gigante, baño bueno y sólo eché en falta televisión en alta definición. A las 4 se servía el té con galletas, el gimnasio con piscina cubierta y jacuzzi muy bueno (había que pillar un autobús que te llevaba del gimnasio al hotel) y una preciosa chimenea en el lobby para calentarse.


Woodstock es un pueblo muy mono, en el que tienes para visitar 2 calles y las tiendas que hay en ellas. Poca cosa, pero pintoresco, con nieve por todos lados. De Woodstock lo que más me gustó fue la granja de Marsh-Billings-Rockefeller. Nombre largo para una granja que han convertido en Parque Nacional, y que ha pasado por las manos de estas 3 famosas familias estadounidenses hasta que los Rockefellers la donaron al Servicio de Parques Nacionales en 1989. En esta granja se puede ver la arquitectura rural del siglo XIX y como sigue funcionando como granja, unos magníficos ejemplares de vacas (alguna campeona nacional de "belleza"), ovejas, caballos o bueyes.


Además de Woodstock, visitamos Hanover donde se encuentra la Universidad de Dartmouth, el pueblo de Quechee, las granjas de Sugarbrush y la fábrica de queso Cabot.


En el aspecto culinario, todo notable pero sin sobresalientes. Mi preferido fue el desayuno en el Mont Vert en la calle Main de Woostock. El sandwich de huevo, beicon y chedar estaba sublime (el chocolate caliente normal). La cena más cara, la del Simon Pearce en Quechee, me pareció buena pero excesivamente cara (me tomé un buen trozo de bacalao con costra de rábano picante y puerro frito). Y en Woodstock el Bentley's me sirvió dos buenas costillas de cordero en su salsa.

Friday, December 30, 2011

The Nutcracker, en la Boston Opera House


Anoche, gracias a la generosidad de Lex, fuimos a la Ópera de Boston a ver el ballet The Nutcracker, El Cascanueces, de Tchaikovsky. El otro día le dije que nunca había visto ballet, y me comentó que la Compañía Boston Ballet estaba representando las últimas funciones de su actual puesta en escena de El Cascanueces, que llevan representando desde 1995, y que el año que viene cambiarán.


La Ópera de Boston, al contrario del Real de Madrid, es lo que se espera de una ópera. Como decía mi tío Toni, una torre de control de un aeropuerto tiene que ser grande y parecerlo. Algo así pasa con las óperas, tienen que ser grandiosas y además parecerlo. Ésta cumple con los cánones, mucho oro, mucho terciopelo, y un par de pisos que sientan a más de 2600 personas.


Pillamos las entradas que teníamos reservadas en la taquilla y subimos al segundo piso. Desde ahí se puede admirar el inmenso fresco que ocupa el techo de la sala. Las entradas no parecían nada del otro mundo, pero me equivoqué. Empezó el ballet y con ello una puesta en escena genial. Muchas canciones conocidas, unos decorados impresionantes, y lo más importante, unos bailarines que me parecieron de otro planeta. Tal vez esto es lo que se ve en cualquier ballet, pero a mi me pareció irreal :).


Mis número favoritos fueron "Nº 12 Valse des flocons de neige" y el "Nº20 Grand ballabile" y los dos números con el oso de peluche gigante. Gran regalo de fin de año!

Thursday, December 29, 2011

Comida de San Esteban en El Serrat


El día de San Esteban se celebra el 26 de diciembre y es un día festivo en Cataluña. Las familias se reunen y comen juntas canelones y carne, estos primeros rellenos con los "restos" de la comida de Navidad.

En nuestra familia siempre nos reuníamos con nuestra bisabuela, Enriqueta de Luna (según ponía en su menú de boda, Enriquetilla). Desde que murió hemos seguido manteniendo la tradición, y aunque siempre faltan algunos, siempre tenemos una buena cantidad de asistentes. Cuando me bisabuela vivía hacíamos la comida en un hotel de Vic (localidad de donde es mi abuela materna), pero al par de años de morir mi bisabuela movimos la comida a un pueblo cerca de Vic, Taradell, donde el famoso restaurante Can Jubany ha abierto una sucursal, El Serrat.


El sitio es espectacular, al lado de un campo de golf, en un edificio moderno de acero corten y cristaleras infinitas. Todo ello con una vista del Pirineo de un lado y el Montseny del otro. ¿Y la comida? Pues os la paso a relatar.

Aceitunas gazpachas
Con sus zanahorias y guindillas. Esto se echa de menos en EEUU

Galletas "oreo" de parmesano

Una de las creaciones más originales.

Mollete de pan con jamón ibérico "Joselito"

Excepcional. Simple combinación de pan con jamón... ¿pero qué más podemos pedir?

Air-baguette de tocino iberíco con caviar de aceite de oliva

Exquisita elaboración, con la esferificación del aceite y el ligero crujiente del tocino

Crujiente de brandada de bacalao

Hojaldre de higo caramelizado y mi-cuit de foie


Caldo con "galets" y albondigas

***
Canelones

Este plato es lo mejor de toda la comida. Sí, me siento como un niño tomando la pasta con la cremosa bechamel y el relleno
***
Pato asado con relleno de foie y frutos secos
En este punto ya estamos que explotamos y nos traen carne con foie? 9 sobre 10
***
Tronco dulce de avellanas y chocolate con crujiente de barquillo

No os dejéis llevar por el nombre. Yo no daba nada por el que fue el acabó siendo el mejor plato de toda la comida.

Wednesday, December 28, 2011

Navidades en España

Estas Navidades han sido cortas pero intensas. He pasado una semana escasa en España, pero ha valido la pena.

Salí de Boston el martes pasado, y por primera vez en mi vida perdí un avión. Otras veces he estado cerca de perderlo (me acuerdo de una noche loca de karaoke antes de salir para Camboya) pero esta vez se consumó el desastre. Llegué al Logan y me dijo el de US Airways que mi vuelo había cambiado de hora y que me daban asiento para el día siguiente. El billete lo había reservado mi jefe a través de la agencia de viajes con la que trabajamos, y tal vez le comunicaron el cambio y él se olvidó de decírmelo. ¡Quién sabe! De todas formas llamé a la agencia, me recolocaron en otro vuelo vía Dublín y llegué un par de horas más tarde de lo planeado.

En Madrid estuve solo un par de días pero me dio tiempo a ver a mucha gente. Quedé con Guille, Luis y Fer, con los ex compañeros de Isban, con Lola y Alicia. Tomamos tapas, cañas y cafés pero no me dio tiempo a pasearme mucho por Madrid.

El viernes por la mañana, después de salir el día antes de copitas con los compis, subimos en coche a Barcelona con mis padres. Un Madrid Barcelona en coche es como un vuelo transatlántico corto, pero sin pelis ni comida. Es curioso como tras tantos años de hacer este camino llegas a memorizar todos los paisajes por los que pasas durante 620 kilómetros.


En Barcelona me quedé en casa de Santi, que se ha independizado en un precioso piso al final de Travesera de Les Corts, donde corta con Avenida de Sarria. Tuvimos muchas comidas con familia (Navidad, San Esteban), cenas con familia (con mi tío Augusto, el día de Nochebuena) y mil historietas con unos sobrinos y sobrinas que están creciendo rapidísimo.


Para volver, otra vez, vía Dublín con Aer Lingus. Curioso lo del aeropuerto de Dublín, donde se pasa el control de pasaportes y aduanas de Estados Unidos antes de subir al avión. Te ahorra tiempo, aunque la educación de los agentes de inmigración es igual de horrorosa que en EEUU. Tanto que esta vez he abierto una reclamación en la página web del Servicio de Control de Fronteras de EEUU.